Y se acordó Dios de Noé

Ahora que esta de moda el nombre de Noé, por la película en cines, voy ha compartirles una buena narración para que si te hace falta la puedas administrar en tu reunión para jovenes o para tu ministerio sea el que tengas y lo quieras escoger.

Y se acordó Dios de Noé

¿ Por qué designa Dios a Noé como justo y perfecto ? ¿ Por ausencia de pecado en su vida ? NO, un poco más adelante podemos ver como cae. ¿ Porque era el menos malo de los hombres ? Tampoco. Más bien por su fe y temor de Dios, que como dice el escritor de Hebreos, le llevaban a una obediencia incondicional a su Dios.

Me llama la atención la frase - con Dios caminó Noé _ , pues hace referencia a que era una relación especialmente estrecha la que mantenían Dios y Noé.

Me imagino al hombre que, con sus defectos ha hallado gracia ante Dios, y consciente de ello, desde la humildad del que se sabe perdonado, tiene la disposición del corazón para obedecer aún en lo más difícil, la disposición de tratar de agradar a su Salvador a pesar de las dificultades que se presentan, y como consecuencia, la revelación, la presencia de Dios se le hace cada vez más clara.

He aquí una de las claves para la vida cristiana victoriosa:

vivirla junto a Dios, caminarla lo más pegado posible a Dios, cada día un poco más, tomando de sus fuerzas para obedecerle en todo, apoyándonos en Él para superar los obtáculos que solos no podemos, sin olvidar de donde nos ha sacado, y que su brazo siempre está extendido para levantarnos.

El éxito de Noé consintió en que su comunión íntima con Dios le permitía llevar una vida de obediencia, victoria y testimonio.

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El éxito de Noé consintió en que su comunión íntima con Dios le permitía llevar una vida de obediencia, victoria y testimonio.

¿ Habría pedido Noé alguna vez paciencia a Dios ? No lo sabemos, pero sería muy posible que la necesitase para poder soportar el pecado a su alrededor. Lo que sí es cierto es que tuvo que ejercitarla: primero todo el tiempo necesario para construir el arca, una vez terminado una semana más antes de empezar a llover, después, cuarenta días de diluvio, otros cincuenta hasta que Dios se acuerda de él, ciento cincuenta días más... el cuervo que sale y no vuelve, ahora una paloma que no encuentra donde posarse, otra semana...más de un año ejercitando la paciencia, la fe, la confianza, y éso rodeado de dolor, muerte, juicio, incertidumbre, incomodidades...

Un detalle es necesario tener en cuenta: solamente cuando Dios cerró la puerta del arca comenzó la tormenta, y tan solo cuando Él dio la orden Noé, y los suyos pudieron salir. Y es que cuando Dios cierra una puerta, además de que sabe lo que hace, lo que más nos conviene, nadie la puede abrir, por mucho que se afane. Y tan solo cuando Dios lo indica, cuando Él abre o manda abrir la puerta, es el momento de ponernos en marcha, siendo seguro que cuando emprendemos el camino siguiendo su voluntad el buen fin está asegurado.

Hemos de aprender de la paciencia de Noé a saber esperar y confiar en Dios, dejar que sea Él quien abra y cierre las puertas, convencidos de que en sus manos estamos seguros, que sabe lo que hace. Fruto de esta certeza es la adoración verdadera que emana de quien se sabe bendecido por Dios en toda circunstancia.

Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

Bendiciones