El Testimonio de la Voz y los Tres Montes.

[jorgehijodelazaro]

Por el testimonio de dos o tres testigos se juzgarán todos los asuntos. (2da de Corintios 13: 9 y Juan 8: 17).


     Yahshúa o "Yahweh salvación" ("yhei salvación" y "wahi", es decir, "sea salvación" y "fue hecha"); es el Clamor Viviente, o la Locución en Carne y Sangre, o la Voz Encarnada, o la Palabra Viviente (Deuteronomio 30: 11 al 15, Juan 20: 31, y Romanos 10: 8 al 9); que transmitió el Buen Mensaje desde el divisadero de Sion (Isaías 14: 13, y Lucas 16: 17 al 49).

     Y tal collado o loma; es en donde hoy están las ruinas de la antigua Jerusalén. O dicho de otro modo; esa colina constituye el postrer Mirador terrenal hacia el Monte del Testimonio (y nos permitirá alcanzar "la Nube Apartada"; anunciada en Isaías 19: 1, en Mateo 24: 30, en Hechos 1: 11, y en Apocalipsis 19: 11 al 13), el cual es el Monte de Elohim en Olam (el Monte Eterno), y es en donde Moisés aprendió la Enseñanza escrita (Éxodo 24: 9 al 12, y 25: 40).

      Pero el Monte Eterno no debe confundirse con el monte Sinaí u Horeb (los eruditos no tienen idea si uno es el monte y otro la cordillera a la que pertenece; pero para efectos nomológicos y mesiánicos, se deben considerar como uno solo, pues implican un mismo doble testimonio), en donde únicamente recibió los Diez Mandamientos y algunos otros preceptos (Éxodo 19 al 23, Malaquías 4: 4, y Hechos 7: 38 y 39), los cuales fueron escritos en el Libro de la Alianza (Éxodo 24: 7 y 8).

     Y es que el monte del desierto del Sinaí, fue el primer Mirador terrenal hacia el Monte del Testimonio, que permitió alcanzar "la Nube Apartada" de Éxodo 24: 16 (ver también Éxodo 14: 19, Éxodo 23: 20 al 23, y Deuteronomio 18: 15 al 19; para relacionar que "El Profeta", quien es "HO prophetes", según el texto griego de Juan 1: 21; es en realidad uno con el Ángel o Mensajero); en la cual Moisés entró para subir al Monte Eterno (Éxodo 24: 12 y 18).

     Más si no se distingue la separación que existe entre un monte y otro; hay que escudriñar la siguiente secuencia:
Éxodo 19 al 23; moisés sube al Sinaí y recibe los Diez Mandamientos y diversas leyes civiles.
 
Éxodo 24: 1; como Moisés ya había bajado del Sinaí, Yahweh le pide volver a subir con los principales de Israel, pero le indica que ellos se deben mantener alejados.

Éxodo 24: 2; únicamente Moisés se allegará a Yahweh.

Éxodo 24: 3; Moisés le proporciona un informe al pueblo, en el cual incluye las leyes recibidas, durante su primer ascenso al Sinaí.

Éxodo 24: 4 al 8; Moisés escribe todo en el Rollo de la Alianza, edifica un altar para hacer holocaustos y sacrificios de paz, y hace voto de obediencia junto con el pueblo (Hebreos 9: 19 al 28).

Éxodo 24: 9 al 12; Moisés y los principales suben al Sinaí, ven a la Majestad en las Alturas, y una vez que se alimentan; Yahweh le pide al profeta que suba a Su Monte. ¿Qué no estaban ya en el Sinaí?

Éxodo 24: 13 y 14; Moisés sube con Josué al Monte Alto de Elohim, pero pide al resto de los principales que esperen (en el Monte Sinaí).

Éxodo 24: 15; una vez que Moisés y su testigo comienzan a subir "al Monte Alto", "una Nube" cubre el monte Sinaí. Éxodo 24: 16; la Gloria de Yahweh reposa sobre el Monte Sinaí, y es cubierto por "la Nube" por seis días, hasta que en el séptimo día; Yahweh llamó a Moisés desde en medio de "la Nube".

Éxodo 24: 17; el parecer de la Gloria cubierta por "la Nube", era como fuego abrasador, y se específica que aún estaba en la cumbre del Sinaí.

Y Éxodo 24: 18; entra Moisés en medio de "la Nube" y por fin sube "al Monte Alto". ¿Qué no estaban ya en la cumbre del monte?
Así la secuencia, en dos ocasiones se observa una diferenciación, entre el monte de abajo o terrenal, y el Monte Alto que es el Celestial (sitio de donde baja la Ciudad Celeste, según se vislumbra al relacionar Apocalipsis 21: 10, con la porción de Mateo 5: 14). Y es que hay una afirmación de una diferencia entre montes, y luego una confirmación de esa afirmación, lo cual hace firme el asunto por parte del Señor; según el precedente legal de Génesis 41: 32.

     Además esta discreta diferenciación nos lleva a la comprensión, que de los cuarenta días que se ausentó Moisés (Éxodo 24: 18); siete días estuvo en el Sinaí para ser apartado o consagrado (Levíticos 12: 2, Éxodo 29: 30 al 35, y Levíticos 8: 33 al 36), y treinta y tres días estuvo en el Monte Alto para ser purgado o expiado (Levíticos 12: 4). Pero lo más importante a considerar, es que sus pecados fueron purgados, por la exposición a la Enseñanza de Yahweh (Éxodo 24: 12, y 34: 29 al 30). Y es que la Toráh de Yahweh tuvo efectos redentivos a priori en Moisés (1ra de Pedro 1: 18 al 25), y la prueba está en que al bajar con las Tablas de la Enseñanza, su rostro resplandecía como esta profetizado en Daniel 12: 3 (es probable que la grasa de su rostro; se hiciera fluorescente al oxidarse; tal como sucede con cierta especie de alga marina).

     Aparte si lo quieren aceptar y lo pueden llevar en ustedes; Moisés estuvo muy próximo al Olam, en el donde la totalidad de los sucesos existen potencialmente (en el tiempo kairos o tiempo de oportunidades potenciales), así que la redención alcanzó a operar en él antes de la Encarnación del Logos (en el tiempo cronos o tiempo cronológico o secuencial). Por eso no solo se efectuó la exposición a la Enseñanza, sino que también fue aplicado el rociamiento de sangre para hacer Alianza o Pacto (Hebreos 9: 19 al 23), y el rociamiento de agua en el vapor de "la Nube". Y por ende en concordancia con los hechos y datos de "la Ley"; los cuales están en correspondencia con el ejemplo, del futuro previsto por Moisés en el Alto Monte, según se confirma en Éxodo 25: 40 y Lucas 9: 28 al 31 (ver también Mateo 17: 1 al 3, y Marcos 9: 2 al 4).

     Y es que al Señor Yahshúa lo válida el testimonio del agua y la sangre, y no solo el del agua o no solo el de la sangre, sino el testimonio del agua junto con el de la sangre (Lucas 22: 44, Juan 19: 34, y 1ra de Juan 5: 6 al 8).
Miremos pues no despreciar el Favor de nuestro Elohim (Hebreos 12: 16 al 29); el cual se nos ofrece por mediación de Su Gran Vocero (El Ángel o Mensajero de Yahweh). Y no nos hagamos apóstatas como Esaú; quien renunció a su primogenitura por comida. Porque el Buen Mensaje del Vocero de Yahweh (quien es "voz del cielo" o "bat-kol"; término hebreo que literalmente significa; "hija de una voz" que viene a ser el "eco de una voz"); nos ha acercado al Monte de Sion, y a la Ciudad del Eloa Viviente, que es la Jerusalem Celeste. Y nos ha acercado a la compañía de millones de ángeles (de millones de "voces del cielo"; que son "hijas de una voz"; y que vienen a ser "ecos de la voz única"), y a la Congregación de los primogénitos alistados en el Alto Cielo, y al Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos completos, y a Yahshúa el Mediador del Pacto Renovado (el Brit Hadashah en hebreo), y a Su Sangre que fue esparcida desde el madero, y la cual habla mejor que la de Abel. Por lo tanto, no desechemos a la Voz en esa Sangre (que viene a ser el Testimonio en esa Sangre; es decir; los buenos hechos que propicio esa sangre, las buenas palabras a las que dio lugar esa sangre, y las tendencias en esa sangre), porque si los que desecharon al Moisés que hablaba en la Tierra, no escaparon del castigo por su atrevimiento. Mucho menos nosotros si desechamos al que habla desde lo Alto. La Voz del cual al establecer la Alianza con Moisés; conmovió la Tierra. Más hoy nos Testifica diciendo: "Aún una vez, y yo conmoveré no solamente la Tierra, más aún el cielo". Y si nos da Testimonio de que "Aún una vez"; es porque nos declara que "De nuevo lo hará". Lo cual implica la mudanza de las cosas presentes que son provisionales; para que solo queden las cosas permanentes (Isaías 65: 17, y 66: 22). Así que asiéndonos por medio de la esperanza, al Reinado de lo que es permanente (1ra de Juan 2: 12 al 17), retengamos la Gracia por la cual podemos servir a nuestro Eloa; para así agradarlo con temor y reverencia. Porque sin lugar a alguna duda; el Alto Poder y Autoridad es fuego que consume.

¡Saludos!

Jorge Hijo de Lázaro.