LA CONVERSION Y LA LIBERACION

[Invitado]

Los hijos de Dios saben que su señor es de ojos muy puros que no permiten que nada impío e impuro habite en El, la esperanza de los hipócritas, no la de los hijos de Dios, es la que permite la satisfacción de deseos y concupiscencias impuras.
Cuidado con engañarse a uno mismo, el que hace justicia es justo y es seguidor de Cristo, demuestra interés por fe en su obediencia y sufrimientos, pero el hombre no puede actuar como el diablo y ser, al mismo tiempo, un discípulo de Cristo Jesús.

No sirvamos ni consintamos en aquello que el hijo de Dios vino a destruir, ser nacido de Dios es ser íntegramente renovado por el poder del Espíritu de Dios.
La persona regenerada no puede pecar como pecaba antes de nacer de Dios, existe esa luz en su mente que le muestra el mal y la malignidad del pecado, esa inclinación en su corazón que le dispone a aborrecer y odiar el pecado, el principio espiritual que se opone a los actos pecaminosos y el arrepentimiento cuando se comete el pecado, pecar intencionalmente es algo contrario a él.

Los hijos de Dios y los hijos del diablo tienen sus caracteres diferentes, la simiente de la serpiente es conocida por su descuido de la relación, y por su odio a los cristianos verdaderos.
Solo es justo ante Dios, como creyente justificado, el que es enseñado y dispuesto a la justicia por el Espíritu Santo, en esto se manifiestan los hijos de Dios y los hijos del diablo, los profesantes del evangelio deben tomar estas verdades y probarse a si mismos por ellas.
Todo lo hecho para rescatar pecadores y llevar al creyente a la gloria es poco comparado con la prodigiosa obra de amor, la Redención del hombre.

Los que deseen aprender las cosas de Dios y estar seguros de ellas, deben conocer las  sagradas escrituras, porque es la revelación divina, la biblia es una guía segura a la vida eterna, es provechosa para todos los propósitos de la vida cristiana, es útil para todos, porque todos necesitan ser enseñados, corregidos y reprendidos.
¡ Oh, que podamos amar mas nuestras biblias y mantenernos mas cerca de ellas !

[Invitado]

Entonces hallaremos provecho y por fe obtendremos la felicidad ahí prometida, que es el tema principal de ambos testamentos, nos oponemos mejor al error fomentando el conocimiento firme de la palabra de verdad, el bien mas grande que podemos hacer a los hijos es darles a conocer la biblia a temprana edad.

En las guerras conforme a la voluntad de Dios, podemos esperar la ayuda divina, el señor es nuestra única confianza, quienes no están dispuestos a pelear, deben ser despedidos.
Al correr la carrera cristiana y pelear la buena batalla de la fe, debemos dejar de lado todo cuanto nos impida ofrecernos, si la falta de voluntad surge de la debilidad y el miedo, tendrá que devolverse de la guerra.

Pablo plantea una acusación de pecaminosidad contra toda carne, declara que el único método de liberación de la condena es la fe en la misericordia de Dios por medio de Jesucristo, edifica sobre ello la pureza del corazón, la obediencia agradecida, y los deseos fervientes de crecer en todos esas gracias y temperamentos cristianos que nada, sino la fe viva en Cristo puede producir, Dios es un Dios justo y santo, y nosotros somos pecadores culpables.

Los pecados tiende a acortar los días de los hombres, y acortar los días de prosperidad de un pueblo, Dios los bendecira con abundancia de todas las cosas buenas, si lo aman y le sirven, la piedad tiene promesa de esta vida presente, pero el favor de Dios pondrá alegría en el  corazón, mas que la ganancia del maíz, el vino y el aceite.
David miraba al señor como su sumo bien, y puso de manera coherente su corazón en El, echada al comienzo el ancla, capea la tempestad, el alma halla poca satisfacción en los atrios de Jehová, no se encuentra ahí con Dios mismo, comparecer ante el señor es el deseo del justo y es el terror del hipócrita.

Los que conversan mucho con su propio corazón, a menudo tendrá que reprenderlo, nótese la cura de la tristeza, cuando el alma reposa en si misma se hunde, si se aferra del poder y la promesa de Dios, mantiene la cabeza por encima de las grandes olas.
Tenemos grandes causas para llorar por el pecado, pero la depresión procede de la incredulidad y de una voluntad rebelde, por tanto, debemos esforzarnos y orar en contra de ella, pues nada es mas penoso para el alma creyente que lo que se concibe para quitarle su confianza en el señor. SHALOM.