Siempre en Domingo

Décadas atrás se debatía mucho sobre el día sábado y el día domingo, hoy en día los creyentes se cansaron y no se debate más, ¿Por qué entonces abordar el tema? porque una cosa no está clara; quienes se oponen al día domingo, afirman que ese día viene de la adoración al dios sol, y de eso se trata este trabajo, de dar una razón para el día domingo en el cristianismo. No me voy a referir ni a Constantino I, el grande, ni a la iglesia católica por no ser necesario. Los cristianos no hemos cambiado nada; el sábado está igual y el domingo es para la Gracia.

    I. ¿Cómo surgió el sábado para guardarlo?

         Está demás decirlo, porque todos creyentes sabemos el cuarto mandamiento del decálogo, “Acuérdate del sábado para santificarlo” (Ex. 20.8. RV 1995). Este texto transmite el hecho de recordar, parece que lo practicaban en Egipto pero no había un compromiso y no se obedecía, era natural por no tener un porqué, por eso Moisés lo instituyó. 

  ¿Cuál es la relevancia del sábado? Dios terminó la creación y reposó. ¿Cómo es posible que Dios haya descansado? Dios es Espíritu (Jn. 4.24). Los académicos tratan de dar una respuesta a esto; ellos creen que el descanso se trata del cambio de actividad, Dios dejó de crear y santificó el día septimo, como hacer una ceremonia para santificarlo, (Gn. 1.2-3). Este mandamiento es parte de la constitución de la nueva nación llamada Israel en el Sinaí.

   El hecho de poner el sábado en ley va más allá de un simple día de reposo. El sábado para Israel es una seńal de Dios en el pueblo para distinguirlo de los otros pueblos, por la relación de Dios con Israel como pueblo suyo (Ex. 32.12-17).


     2. ¿Cómo surgió el día domingo?

Para determinar esto es necesario conocer las tres fiestas principales, (a) la fiesta de Los Panes sin Levadra; (b) La Pascua y (c) La fiesta de las Semanas. La Pascua absorbe a la fiesta de los panes sin levadura porque este pan se comía con el cordero; las dos fiestas eran juntas,  pero la Pascua era de más relevancia. Después de la Pascua se contaban siete semanas, empezaba el día siguiente de la Pascua, el primer día de la semana, y se contaban siete sábados. Siete por siete son cuarenta y nueve días, el siguiente después del sábado era el día cincuenta. Se ofrendaba el producto de la primera cosecha.

   En la traducción de la conocida versión LXX, el último día, de las siete semanas el primero de la semana, se conoció como Pentecostés que significa cincuenta. Esto es de una manera muy breve la importancia de estas fiestas porque tanto la Pascua como Pentecostés pasaron al cristianismo. La Pascua por la muerte de Jesús y pentecostés por el inicio de la Iglesia en Pentecostés. El primer día de la semana era el día cincuenta que corresponde a nuestro domingo.

   El judaísmo celebra pentecostés como el día de la entrega de la ley por Dios al pueblo, este es el nacimiento del judaísmo, el primer día de la semana que corresponde a nuestro domingo. El cristianismo no tiene un día para observar o guardar, no hay ningún mandamiento para esto; los cristianos no guardamos ningún día. Nosotros adoramos el domingo para celebrar la Resurrección, no para guardarlo, en la Gracia no existe eso; nos juntamos para celebrar. 

   Pentecostés siempre es un domingo, cincuenta días después de la Pascua. La Resurrección también fue domingo; de acuerdo al judaísmo, la ley se entregó un día domingo, el judaísmo nació un día domingo; la iglesia nació un domingo. Tenemos un fundamento sólido para adorar el domingo al Dios vivo que nos salvó. No se trata de una fiesta pagana como nos quieren hacer ver quienes no están de acuerdo con el domingo. La Iglesia primitiva tenía sobradas razones para reunirse el primer día de la semana, y hoy en día de igual manera tenemos un fundamento firme y sólido para adorar el día domingo.