Acerca de cómo refutar el Argumentum ad ignorantiam usado contra la existencia de Dios

¿Qué es un Argumentum ad ignorantiam?

Llamó Locke argumento ad ignorantiam al que se apoya en la incapacidad de responder por parte del adversario. El proponente estima que su afirmación es admisible — aunque no la pruebe— si nadie puede encontrar un argumento que la refute. Como nadie puede probar lo contrario, decimos que esta falacia se ampara en la ignorancia o presunta ignorancia del interlocutor.

Tiene la siguiente estructura:

No puedes demostrar que X es verdadero
Por lo tanto, X es falso

O bien:

No puedes demostrar que X es falso
Por lo tanto, X es verdadero

El ad ignorantiam usado contra la existencia de Dios

Ejemplo 1

"A mi déjame de historias: o pruebas que Dios sí existe o te callas. ¿Puedes darme pruebas de su existencia? Si no lo puedes hacer, entonces Dios no existe"

Este argumento tiene la estructura:

No puedes demostrar que Dios existe
Por lo tanto, Dios no existe

Ejemplo 2

"Nadie ha demostrado que los extraterrestres existan. Luego no existen"

¿Realmente podemos concluir que los extraterrestres no existen sólo porque aún no tenemos pruebas de su existencia? Claro que no, la cuestión sigue abierta, así que debemos abstenernos de sacar conclusiones apresuradas.

¿Cómo refutar esta falacia?

La mejor manera de combatir la falacia ad ignorantiam consiste en exigir que se atienda la carga de la prueba, es decir, que quien sostiene algo o acusa a otra persona, pruebe sus afirmaciones (en este caso, debemos exigirle al ateo que sea él quien dé argumentos o pruebas que demuestren la inexistencia de Dios, pues él es quien lo afirma). Cualquier otro camino nos deja en manos del argumentador falaz. Nos encontramos en esta falacia ante las situaciones más flagrantes de inversión de la carga de la prueba esa maniobra que traslada al oponente la responsabilidad de probar la falsedad de lo que uno afirma [...] Lo que de verdad se ignora en la Falacia ad ignorantiam es el principio que dice: Probat qui dicit, non qui negat. Incumbe la prueba al que afirma, no al que niega.

Conclusión: "Dios no existe" es una afirmación, y si el ateo la dice, entonces es él quien debe demostrar que Dios no existe, y no quien piensa lo contrario.

Los textos citados son de: http://perso.wanadoo.es/usoderazonweb/html/conten/arca/dicci/dicci2.htm


Bendiciones. Espero que les haya servido.