Que significa ser Cristiano

En cierta manera ser cristiano es como el matrimonio. Para poder casarte has de tener un triple compromiso o entrega.

1. Un Compromiso Intelectual.

Has de conocer a la persona con quien vas a casarte. Debes saber
quién es, cuál es su trasfondo, cómo es su familia, cómo es su carácter y
personalidad, sus objetivos en la vida, sus intereses. ¿Te casarías con
alguien sin saber toda esa información? Puede ser que sí, especialmente
si estás muy desesperado, pero por lo general para dar un paso de este
tipo has de estar convencido y comprometido intelectualmente. De la
misma manera, tener una relación personal con Dios implica una entrega o compromiso de tu mente o intelecto.

A. No a la fe ciega. La fe cristiana se basa en
hechos que sucedieron en la historia y que están documentados por siglos
de investigación y erudición. Jesús fue un personaje que existió
realmente, su resurrección es históricamente evidenciable y tu Biblia es
completamente fiable desde el punto de vista histórico.

B. Jesús es la persona más influyente en la
historia. Todo en Él, absolutamente todo, apunta hacia el hecho de que
era Dios: su nacimiento, su vida, su muerte y su resurrección resaltan
su divinidad. Jesús no murió como consecuencia de un accidente histórico
o por circunstancias políticas, Él vino a morir por tus pecados para
que pudieras tener una relación personal con Él.

2. Un Compromiso Emocional.

¿Qué es una emoción? Una emoción es una respuesta o
reacción ante un suceso, experiencia o hecho determinado. Los seres
humanos somos criaturas extremadamente emocionales. Muchas personas no
tienen seguridad acerca de su relación personal con Dios porque confían o
dependen excesivamente de las emociones y no entienden cuál es su papel
en la experiencia cristiana.

A. Algunas personas han puesto su confianza en las
emociones y debido a que estás son variables, su seguridad varia al
mismo ritmo que las emociones. Son cristianos “montaña rusa” unos días
están en las alturas y al día siguiente están por el suelo. Las
emociones pueden ser uno de los resultados de nuestra conversión, pero
nunca han de ser la prueba o seguridad de la misma. Nuestra seguridad
como cristianos se basa en la fe (confianza en Dios que se apoya en los
hechos), en el carácter de Dios, en sus promesas, y los hechos
históricos de la Biblia.

B. Cada persona ha sido creada de forma diferente por Dios.Unos
son más emocionales y otros más cerebrales. Ambos son buenos, pero
diferentes. No trates de buscar las emociones que otro experimenta para
tener seguridad en tu relación con Dios. Y si eres emocional, no son las
emociones las que dan seguridad a tu experiencia. A ambos les diría lo
siguiente: la seguridad ha de estar basada en las promesas de Dios y Su
carácter inmutable. Estamos seguros de nuestra salvación no por aquello
que sentimos o dejamos de sentir, sino por las promesas de vida eterna
dadas por Dios a través de su Palabra.

3. Un Compromiso de la Voluntad.

Si deseas casarte has de estar intelectualmente convencido de que
aquella persona es para ti. Has de estar emocionalmente involucrado con
ella, sin embargo, no serás mujer y marido hasta que no digas el: “SI
QUIERO”, una pequeña expresión que significa que hay un compromiso mutuo
de voluntad, de querer vivir juntos. Lo mismo sucede con tu relación
personal con Dios. Tú no llegas a ser cristiano tan sólo porque te
emociona la idea de serlo. Tampoco por estar intelectualmente convencido
y de acuerdo con la Biblia y sus enseñanzas. Llegas a ser cristiano cuando además de todo lo anterior entregas tu voluntad a Dios.

¿Qué significa la entrega de la voluntad? Imagina
que en tu vida existe un centro de control. Desde allí se toman todas
las decisiones, se organiza, dirige y controla la vida en todas y cada
una de sus facetas. Pues bien, entregar la voluntad quiere decir
permitir que sea Dios quien controle y dirija ese centro de poder que
existe en tu vida.

(CONTINÚA)....

¿Qué quiere decir esto en forma práctica?

A. Reconocer a Dios como la autoridad máxima de tu vida.

B. Estar dispuesto a ordenar tu estilo de vida, la forma como vives, piensas y actúas de acuerdo a Su voluntad.

C. Vivir en obediencia a Dios en tu vida cotidiana.
Si crees que Jesús es el Hijo de Dios y Salvador del mundo, si crees que
Él murió por tus pecados, pero nunca le has entregado el control de tu
vida, sin duda eres un buen evangélico, pero realmente no eres
cristiano, no tienes una relación personal con Dios.

¿Por qué algunas personas no entregan su voluntad a Dios? Hay varias razones:

A. Por miedo. Algunas personas no confían
verdaderamente en Dios y temen que si entregan su voluntad a Dios, El
cambiará sus vidas, su forma de actuar, su estilo de vivir, sus planes.
Por eso prefieren la religiosidad en vez de una auténtica relación con
Dios.

B. Por pecados. Otras personas viven de una forma
claramente contraria a lo que la Biblia enseña y por tanto entienden que
la entrega de su voluntad les implicaría una renuncia al pecado a la
que no están dispuestas.

Hoy Mismo Puedes Tener la Seguridad de que eres Cristiano.

¿Has entregado a Dios el control de tu vida? Si no lo has hecho y lo deseas, puedes llevarlo a cabo ahora mismo.

1. Reconocer que eres pecador. El pecado es lo que
nos separa de Él. Si no reconoces tu pecado (tu actitud de rebelión,
indiferencia o incredulidad hacia Dios) no estás en condiciones de poder
tener una relación personal con Él. Él vino a buscar y salvar a los que estaban perdidos,
a aquellos que estaban enfermos y necesitaban ser curados. Reconocer
que eres pecador implica también ser consciente de que el pecado te hace
culpable y merecedor de la condenación.

2. Estar dispuesto a cambiar tu forma de vivir. Si
reconoces tu pecado, el siguiente paso es estar dispuesto a cambiar tu
forma de vivir. Cambiar la rebelión por la obediencia, la pasividad por
la activa búsqueda de Dios y Su voluntad, la pasividad por el caminar
junto a Él. Esto suena bonito pero debes ser consciente que puede ser
costoso, en ocasiones muy costoso. Formas de vivir, de pensar,
motivaciones, prioridades y valores entre otras cosas pueden requerir
ser cambiadas y todo cambio implica esfuerzo y no está exento de
tensión. ¿Estás dispuesto a llevar a cabo cualquier cambio que Dios
desee en tu vida?

3. Pedirle a Dios que dirija tu vida. En Apocalipsis
3:20 Jesús nos dice que tu vida es como una casa. Él está a la puerta
llamando porque desea tener una relación de amistad contigo. Depende de
ti que desees y abras la puerta. Si lo haces, Él promete que entrará y
te convertirá en hijo suyo y perdonará todos tus pecados dándote la vida
eterna. Pero eres tú, únicamente tú quien puede abrir esa puerta. Dios
no te forzará ni se abrirá paso en contra de tu voluntad. Mientras
mantengas la puerta de tu vida cerrada, tan sólo serás un religioso.

¿Cómo puedes pedirle a Dios que entre en tu vida?

Puedes hacerlo por medio de la oración. La oración no tiene un valor
mágico o simbólico, sirve tan sólo para expresar lo que hay en el
interior de tu corazón. Si deseas entregar a Dios el control de tu vida
tan sólo pídeselo hablando con Él. Dios no entrará porque hagas una
oración, Dios entrará si se lo pides con fe. Dios entrará porque ha
prometido hacerlo en respuesta a tu invitación.

Si lo deseas puedes utilizar esta oración. ¡Pero recuerda! Dios no entrará porque ores ésta o cualquier otra oración. Lo hará si las palabras que digas realmente reflejan el deseo de tu corazón.
“Señor Jesús, reconozco que he estado dirigiendo mi propia vida y que
por tanto he pecado contra Ti. Ahora mismo te abro la puerta de mi vida y
te acepto como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonar mis pecados.
Dirígeme y hazme la clase de persona que quieres yo sea”

¿Puedes decirle esto a Dios con sinceridad? Si
puedes, ¿por qué no se lo pides ahora mismo? Jesús entrará en tu vida
tal y como lo ha prometido y podrás tener la seguridad de que eres
cristiano basándote en Su promesa de entrar en tu vida.
Por Félix Ortiz.
Que el Señor os bendiga, un saludo.