EL PADRE NUESTRO, MI PADRE

por **Evangelista** Lun 09 Sep 2013, 1:28 am

EL PADRE NUESTRO, MI PADRE

Ministerio Profético: Mover del Espíritu Santo en España Hoy.

Mensaje de Antonia Espejo

El deporte favorito de nuestro Salvador y Señor Jesucristo era fastidiar a la gente religiosa.

Esperaba al sábado para hacer milagros que realzaran la insensatez de sus tradiciones de hombres.

Hacía citas en casa de sus amigos los publicanos y recaudadores de impuestos, odiados por todos y marginados.

Defendía en público a ese tipo de mujer de la que todos se avergonzaban.

Dijo que Dios era Su Padre y que Él era el camino que lleva directo a Él.

En Mateo 6:9 tenemos la única oración-guía que Cristo nos enseñó.

En los versos anteriores deja claro que es lo secreto de una relación personal con Dios, donde empieza nuestra identidad como hijos de Dios y miembros de este Reino Celestial, cuya embajada en la tierra la conforma cada uno de los nacidos de nuevo por el Espíritu Santo y caminan en obediencia al Maestro.

Si nuestras vidas cristianas no se sustentan y permanecen en Jesús, lo más seguro es que suframos, y hagamos sufrir a los demás de esquizofrenia espiritual.

Ahora sí, ahora no, yo puedo solito hacerlo todo o me muero si mi grupo me deja.

Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Es nuestro, no tiene nada que ver con estructuras religiosas humanas, es de los cielos, y su nombre es santo y santificado.

¡Qué maravilla!

No estoy sola-o, soy libre del control terrenal, y gracias a Jesús puedo santificar el nombre del Padre con mi vida.

El Reino de Dios es real, y en el Nombre de Jesucristo lo podemos hacer llegar al lugar donde estamos, y algo grandioso, ¡fíjate! La voluntad de Dios se hace en el planeta Tierra, igual que se hace en los cielos.

A lo largo de la historia de la humanidad, Dios siempre se ha guardado un remanente a través del cual ha operado Su voluntad.

Vivimos los últimos días, antes del retorno del Rey de reyes, Jesucristo.

La gran familia de Dios se prepara para este encuentro.

En cada metro cuadrado del planeta se manifiesta el Reino de Dios, porque de Él es la tierra y su plenitud.

Hijo-a de Dios, muévete con libertad, estás en casa,

en el Nombre de Jesucristo tenemos poder y autoridad para establecer el Reino de Dios, donde sea.

Pero ocurre que el cielo no hace falta comer pan, pero aquí en La Tierra, sí.

Jesucristo nos enseñó a pedir al Padre con confianza, tanto lo espiritual como lo natural.

Él es nuestro proveedor.

Es tu Padre y te ama.

Cree en Dios y A Dios, porque Él quiere suplir todas tus necesidades, conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Pide pan del cielo y de la tierra.

Recuerda que Dios es un Dios tres veces santo.

Sin santidad nadie verá a Dios, ni ahora, ni después.

Santifica tu vida, apártate de toda especie de mal, y quema el archivo de las ofensas que los demás te han hecho.

Si no perdonamos, no seremos perdonados.

Cuando permanecemos en Cristo Jesús, y Su Palabra permanece en nosotros, hay una protección y cobertura de parte de nuestro Padre.

Este escudo nos guarda de nuestra naturaleza caída, de nosotros mismos, y de todo lo demás.

No le des más crédito al diablo, da gloria a Dios santificando tu vida.

Hay algo que no mencionan los católicos-romanos en el Padrenuestro,

“porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, para siempre jamás. AMÉN.

¡A Él y sólo a Él glorificaremos!
Padre nuestro, mi Padre, es mío, yo soy suyo-a en Cristo Jesús.

Antonia Espejo

sinquio