Sabemos que el mundo entero está Bajo el Maligno

Sabemos que el mundo entero está Bajo el Maligno (1):    



  Sabemos que somos Hijos del Único Dios Verdadero, Jesús Cristo (2), porque por Su Gracia nos Ha Dado Entendimiento para Conocerlo (3), ya que Su Santo Espíritu Mora en cada uno de nosotros desde que nos Arrepentimos de nuestros pecados y Aceptamos el Bautismo en el Único Nombre (Jesús Cristo) Dado a los hombres para ser Salvos, y así Recibimos Su Perdón de pecados y el Don de Su Espíritu Santo (4). El Espíritu Santo Mismo nos Da Testimonio de que somos Hijos del Dios Viviente (5).

  Sabemos también que existe un tiempo Predeterminado, por Su Santa Voluntad, para que Percibamos cada Palabra del Dios Verdadero (6); y así, Sentimos que este es el momento en que Sus Hijos podemos Entender más Acabadamente que los hombres del mundo entero están guiados por las Mentiras de Satanás (7) y que por acercarnos al FIN del presente Siglo Malo (8), ya afloran ciertas Señales (9) que estuvieron subyacentes; entre ellas, la Maldad generalizada en la humanidad pecadora y el incremento vertiginoso de la ciencia del hombre sin Dios, siendo ambas Señales complementarias entre sí; todo lo cual Acelera y Enturbia la vida diaria, trayendo confusión, desorden, inseguridad generalizada, falta creciente de afecto natural, etc. (10).

  Se Percibe todo lo anterior cuando el Espíritu Santo nos hace Entender que el presente Siglo Malo tiene sus cimientos en la arena (Satanás) y no en la Roca Firme (Jesús Cristo); y que, por Concesión del Dios Viviente, el espíritu del Inmundo gobierna (para destruir a esta (su) tierra y para matar a todo su pueblo), todos y cada uno de los aspectos relacionados con la vida del hombre nacido únicamente en la carne, desde una actividad “inofensiva” como la fabricación y el uso de juguetes bélicos, hasta la obra más Opuesta Al Eterno que es efectuada, preponderantemente, por las religiones “cristianas” Mentirosas, las cuales se basan en “otro evangelio” (11).

  El Peor mercader, el más Condenable por El Dios de la Justicia Verdadera y Eterna (12) es todo aquel que, con su apariencia de Piedad, Engaña hasta la Perdición Perpetua a los espíritus de sus numerosos seguidores religiosos (13) a través de una Falsa Doctrina Cristiana. Porque esos Engañadores dicen Conocer Al Dios Único y Salvador (Jesús Cristo), pero con sus Erradas Doctrinas y Hechos Lo Niegan (14).

  En esas religiones “cristianas” Mentirosas los espíritus de los hombres no Encuentran su Salvación para Vida Eterna, porque les predican Mentiras guiados por el espíritu del Inmundo, el Diablo (15); a su vez, les Ocultan voluntariamente, por ejemplo, que el FIN del presente Siglo Malo se acerca (16). Pero El Eterno Estableció que cuando el mundo entero acuerde formalmente “paz y seguridad” Mentirosas les Vendrá, de Parte de Jesús Cristo en Su Regreso Triunfal y luego de que nos Rescate a los de Su Pueblo Santo que quedemos en esta tierra, Destrucción repentina y total por Fuego, y no escaparán (17).



Con Hechos, no sólo con Palabras

   No todo el que Le Dice Señor Jesús Cristo Entrará a Gozar de la Vida Eterna, sino Únicamente aquellos que también Hagamos Su Santa Voluntad hasta el FIN (18).

  Los Hijos del Dios Viviente Debemos Mostrar a través de Buenas Obras que lo somos Genuinamente; porque la Fe en Jesús Cristo no nos es Suficiente para Alcanzar el Aprobado, si no va Acompañada por Obras Sustentadas en que Jesús Cristo Es El Único Dios Verdadero (19).



¿Cuál es la Obra Principal de un Cristiano Genuino?

   No se Equivoque siguiendo las tradiciones religiosas de este mundo, porque no implica llevarles alimentos, ropas a los pobres, etc., la Obra Principal se inicia al Cumplir con el Segundo Mandamiento de Jesús Cristo: “Amarás a tu Prójimo Como a ti mismo” (20); pero: ¿Puedo Amar a mi Hermano en la Fe si no comienzo por Amarme a mí mismo?; no Puedo; ¿y cómo me Amo a mí mismo?; me Amo Haciendo el Bien; o sea, Obedeciendo a la Santa Voluntad del Dios Viviente para conmigo; ¿cuál es Su Santa Voluntad? (21); mi Santificación, porque Debo llegar a ser Santo como Él Es Santo (22). ¿Acaso hoy no cometeré pecado alguno?; desde ya que no será así, porque incluso los que Perseveramos Erramos varias veces cada día, involuntariamente sobre todo, con nuestra lengua y nuestros pensamientos (23). Pero, si me Arrepiento Sinceramente Ante Jesús Cristo (24) en Oración, soy Perdonado por mi Padre Santo (25) Resultando así que al epílogo de este día habré Vencido en Su Nombre Bendito y tendré por Su Gracia un poco más de Santidad.

  Si no me Dejara Santificar por Jesús Cristo cada día, ciertamente no alcanzaré a Ver Su Rostro para Vida Eterna (26).



¿Están los “cristianos” en Santidad y Honor?

   No lo están, ya que en principio no les fueron Perdonados los pecados ni tampoco han Recibido Al Espíritu Santo para ser Salvos, debido a que fueron Mal bautizados, según Mateo 28:19. Únicamente el Bautismo en el Nombre de Jesús Cristo es el Válido Ante Nuestro Gran Dios y Salvador (27).

  Por otra parte, de los que fueron Bien Bautizados (en el Nombre de Jesús Cristo) muchos luego no se Entregaron Sincera ni Totalmente a la Guía del Espíritu Santo, por lo que se Entrelazaron Ensuciándose con aspectos de las Doctrinas Erróneas y/o con ciertos argumentos del hombre mundano (28).



A mis Amados Hermanos-as en la Fe Preciosísima de Jesús Cristo

A todos los que Mostramos por nuestras Buenas Obras que sí nos Ha Amanecido, ya que Velamos y Perseveramos en Oración (29), Examinémoslo todo y Retengamos lo Bueno (30), y en tanto que la Oscuridad avanza (31) Sigamos hacia Adelante y Arriba (32) Demostrando que El Amor Nos Une en Un Cuerpo (33); y que Así Sea hasta el Amanecer del Día Bendito y Eterno, en el que ya Gozaremos Seguros del Premio que nos Dará Jesús Cristo, a todos los que Permanezcamos Fieles hasta el FIN del presente Siglo Malo, cuando seamos Transformados y Rescatados por Él en Su Pronto Regreso (34). Amén y Amén.



Sustento Bíblico:



1- 1 Jn 5:19;  Ap 12:9;  Job 9:24;  2 Co 4:3-4;  Ef 2:1-3;  Lc 4:5-8

2- Is 9:6;  Jn 1:9-13;  Ro 8:9; 8:14-15;  1 Jn 5:20; 5:1-2;  Jn 20:28-29

3- Lc 24:44-49;  1 Jn 5:20; 2:3-6

4- Ro 8:9;  1 Co 3:16; 2:10-16;  Hch 2:36-39; 10:42-48

5- Ro 8:16

6- Ec 3:1;  Dn 12:10;  Fil 1:6

7- Ap 12:9;  Jn 8:41-47;  Sal 12:2-4; 58:3; 62:9;  Is 40:17;  1 Jn 2:3; 2.20-22;  2 Co 11:13-15;  Fil 2:15

8- Mt 13:40;  1 P 4:7; 1 Jn 2:18;  Pr 23:18

9- Mt 24:1-14;  1 Ts 5:2-3

10- 2 Ti 3:1-9;  Ro 1:18-32;  2 P 2:9-10

11- Lc 4:6;  Is 14:20;  Ro 8:19-23;  Job 12:6;  Gá 1:6-9;  Ro 1:25;  2 Ti 3:7. Lea Nuestro Estudio: ¿Usted está Plenamente Convencido de que predica el Evangelio Genuino?

12- Lea Nuestro Estudio: La Verdadera y Eterna Justicia

13- Ap 18:11-13;  2 Co 11:13-15;  2 P 2:3; 2:14;  Sal 36:1-4

14- Tit 1:10-11; 1:16;  2 Ti 3:5;  Jud 1:4; 1:11; 1:16; 1:19;  2 P 2:1-22

15- Jn 8:43-47. Lea Nuestros Estudios: ¿Qué cristianismo heredamos de nuestros padres? Y, La Palabra de Dios Permanece en nosotros

16- Mt 24:33-39;  2 P 3:3-7

17- 1 Ts 5:2-3;  Ez 7:25;  1 Ts 4:13-18;  He 9:27-28;  2 P 3:9-12

18- Mt 7:21-27

19- Stg 2:14-26;  Mt 7:16-20;  1 Jn 5:20;  Tit 2:11-13;  He 13:8-9

20- Mt 15:1-9; 22:36-40

21- Jn 4:34; 5:30;  Mt 6:10; Ef 5:15-17;  Mr 3:35;  Jn 7:17;  1 Ts 4:3;  He 10:36;  Sal 93:5;  2 Co 7:1;  He 12:9-10;

      12:14;  1 Co 6:11;  1 Ts 5:23;  1 jn 2:17

22- 1 P 1:13-16; 2:4-5; 2:9;  Ef 5:25-27;  1 Co 3:16-17

23- Ec 7:20;  Sal 5:1-9; 143:2;  Pr 20:9;  Ro 3:23-24;  Stg 3:1-13;  1 Jn 1:8-10;  1 P 3:10-11

24- Mt 6:12-15;  1 Jn 2:1-2;  Sal 51:10-13

25- 1 R 8:30;  Jn 9:31;  Sal 130:3-4;  Stg 5:14-16

26- 1 Ts 4:2-8; 3:13;  He 12:14;  Ro 6:22-23;  Ap 22:1-7

27- Lc 24:46-49; Hch 2:36-39; 10:42-48; Lea Nuestro Estudio: El Bautismo en Nuestro Glorioso Señor Jesús Cristo

28- Gá 3:3;  2 P 2:10-22;  Ro 1:21-22

29- 1 Ts 5:5-11;  Ro 13:13-14;  Is 8:20

30- 1 Ts 5:21;  Jer 15:19

31- Pr 4:19; 4:18;  Is 9:2; 60:1-3;  Jn 12:35-36; 12:46;  Ef 5:8-14;  Mr 13:35-37;  Mt 25:6;  Ro 13:12

32- Fil 3:13-16;  Ro 13:11;  Hab 3:19

33- Col 2:1-4;  Ef 4:14-16;  1 Co 1.10; 12:12-13

34- 2 P 1:19;  Ap 2:10;  Lc 17:28-30;  1 Co 15:51;  1 Ts 4:13-18;  Ap 22:20-21;  Ef 2:10

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