Consideraciones legales y proféticas del Nombre.

Aclaración: Tanto El Nombre del Altísimo (Yahweh), como El Nombre de Su Mesías ("Yahweh salva" o Yah-shúa); no son una conjuración mística (Hechos 19: 13 al 17, e Isaías 8: 12 con su contexto; nos enseñan a no conjurar como los idólatras de Israel); sino a atar la Ley y el Testimonio a los hijos del Monte de Sión (en Isaías 8: 20; se nos demanda apegarnos a "la Ley" y al Testimonio).

     Es menester saber que El Nombre del Mesías es Palabra que abrevia y consuma justicia (Romanos 9: 28, Isaías 10: 23, y 28: 16, 17, 21, y 22), la cual se dictaminó como un auto formal de rescate (una resolutiva legal para liberar, salvar, o redimir), por disposición de ángeles y con apego a "la Ley escrita" y al Testimonio (Lucas 1: 26 al 56, Isaías 7: 14, Mateo 1: 18 al 25, y Lucas 2). Además tal dictamen resultó de las funciones del Ungido de Yahweh; como legislador, magistrado de justicia (juez), y rescatador (cordero redentivo).

      Estas son las razones por la cuales el Ungido de Yahweh; ejerció funciones de legislador, de magistrado de justicia (juez), y de rescatador (en el contexto de "la Ley"; un rescatador es uno que paga para liberar, o que permuta para salvar, o que condona para redimir): En Isaías 33: 22; se enseña que Yahweh es legislador, juez, y salvador. En Isaías 35: 4; se profetiza que Él mismo salvará a Su pueblo (Isaías 47: 4, y 48: 17). En Isaías 49: 25 y 26; se anuncia que Él le quitará la cautividad "al fuerte o valiente", que peleará y que salvará, y le dará su pago a los despojadores. En Isaías 61: 8; el Ungido se refiere a sí mismo como Yahweh (la lectura completa de Isaías 61; permite comprender que el Ungido es quien declara; "Yo Yahweh soy amador del derecho…"). En Juan 10: 30; se indica que el Padre y el Ungido son uno. En Juan 5: 39; Yahshúa Ben Yosef manifiesta que "las Escrituras" dan Testimonio del Ungido (en esta obra se utiliza el término "las Escrituras"; para referirse específicamente al Tanaj o Antiguo Testamento). En Lucas 4: 18 al 21; Yahshúa Ben Yosef cumple la porción de Isaías 61: 1 al 2, la cual está vinculada con Isaías 11: 1 al 5, y con la porción genealógica de Mateo 1. En Lucas 11: 20 al 23; se explica que "el más fuerte o más valiente", somete "al fuerte o valiente". En Lucas 10: 17 al 20, e Isaías 14: 15; se testifica cómo "el más fuerte o más valiente" somete a Satán. En Isaías 9: 6; se habla del Elohim fuerte o valiente. En Isaías 44: 8 dice; "No hay Dios sino Yo. No hay Fuerte: No conozco ninguno". Y en Juan 5: 22, 23, 27, y 30; se revela que Yahweh y Yahshúa Ben Yosef son un mismo juez y Elohim (Yahshúa Ben Yosef; es quien se nos enseñó a los latinos como Jesús Hijo de José).
 
    Además es bueno saber que los efectos legales de El Nombre; se dieron desde el primer instante de la creación (Juan 1: 1 al 5). Porque se identifica las palabras griegas "egeneto" y "gegonen" ("lleguen a ser" y "llegaron a ser"); expresadas "EN ARCHÉ" o "en El Principio" de Juan 1: 1 al 3, las cuales son paralelas a las palabras hebraicas "yehi" y "wayhi" ("sea" y "fue"), expresadas en "beresit" o en el "principio" de Génesis 1: 1 al 3, y que están implicadas en El Nombre o El Tetragrama original de Yahweh (porque si "yehi-wayhi" son unidas sin vocales; entonces conforman El Tetragrama Apartadísimo, o Ha Shem, o El Nombre que es muy Apartado). Y si consideramos que en el Hebreo antiguo no existían vocales, entonces en El Principio el Altísimo, simplemente completo la expresión de Su Nombre; para completar cada cosa que creaba. Porque por ejemplo; Él decía; "yh la luz" y la luz "wh". Es decir, Él decía; "sea la luz" y la luz "fue". Por lo tanto, El Nombre, o Ha Shem, o El Tetragrama Apartadísimo; es Ley Natural por sí mismo. Y explegó movimiento y cambio (el movimiento es energía cinética que es materia y el tiempo también es espacio), y las cuatro fuerzas fundamentales (luz, gravedad, cohesión de los núcleos atómicos, y descomposición radioactiva de estos). Y donde dice explegó se entiende que trajo todas las cosas a la existencia (gegonen), hacia la nada y desde un Principio potencial (un Beresit o un EN ARCHÉ), que es un lugar donde no existe la nada porque El Olam es El Todo ("El Olam" o "Elohim de la Eternidad"). Y este es un lugar de potencialidad (de movimiento potencial o energía potencial), en donde no existe variación ni cambio (Santiago 1: 16 al 17), y en donde no hay lugar para ningún tipo de tiniebla (1ra de Juan 1: 5). Así que por esto solo he escrito El Tetragrama una vez en este foro, y no lo volveré hacer por respecto, a Aquél que esta en un Apartadísimo lugar de pura pureza. Y que por lo mismo tuvo que enviar a Su Voz o Vocero, a este cosmos que fue creado sobre la nada, y por lo cual existe una ley de degradación inexorable (la segunda ley de la termodinámica). Ley natural que fue vislumbrada por el apóstol Pablo en Romanos 7: 23 al 25, y la cual es la causa y explicación del antiguo misterio o enigma de la iniquidad.
  
     Así las implicaciones, El Nombre del Mesías (Hechos 5: 40 al 42), es un auto legal que describe el pago conforme a la Toráh escrita ("sangre por sangre" conforme a Deuteronomio 19: 21), con el cual Yahweh puede rescatar vidas humanas perdidas. Y es que el Logos Yahshúa; se desglosa como El Logos Yahweh yashu ´ah; lo cual significa Yahweh salva o rescata (en el contexto de la Enseñanza o Instrucción escrita; este acto de salvación o rescate se realiza pagando con sangre). Y este rescate es la Obra que el Altísimo hace en el mundo, desde la fatídica desobediencia de Adán y Eva en Edén (Génesis 2: 17, y 3: 12, 13, y 21). Porque desde entonces se dio por muerto al Cordero del Proveedor, para poder cubrir con Su Vida a la pareja edénica (la vida está en la sangre), y por ende a la generación que estaba latente en ellos. ¿O no fue derramada sangre inocente; para rescatar a la pareja transgresora? ¿Y no fue el mismo Yahweh Elohim, quien proveyó a la víctima inocente, la cual reflejaba proféticamente al Mesías? (Apocalipsis 13: 8).

Nota: El precepto "sangre por sangre" prescrito en Deuteronomio 19: 21, no se refiere a un acto de venganza, sino a uno de restitución o resarcimiento de daños (de tan elemental sentido de justicia; emana la legislación y la impartición de penas en muchos países). Además si se lee el contexto en Deuteronomio 19:15 al 21 (y en Éxodo 21), se verifica que el Nomous escrito (o la "Ley escrita"), es como las leyes de muchas naciones. Porque Su Intención o Espíritu; es la procuración de justicia en el marco de un estado de derecho que de certeza (la certeza jurídica; es lo que entendemos como la fe bíblica), para asegurar la convivencia pacífica entre individuos, ya que la aplicación de penalizaciones combate la comisión de delitos (transgredir una ley; es lo que entendemos como pecar en el contexto bíblico).       

     Entonces fue Yahweh Jireh (Yo Soy Sempiterno Proveedor), el amador del derecho que trae justicia y paz a todas las gentes (Isaías 61: 8 al 11), quien desde el principio obró el rescate de la apartada generación adámica. Y lo hizo al comprarle con la sangre de un ser vivo sin culpa; la inocencia delante de cualquier veredicto mortal (Génesis 3: 21). Con esta compra de una descendencia condenada a muerte, por la sangre de una vida inocente (porque si por una vida se condenó a toda una progenie, también por una vida se perdona a la misma, según Romanos 5: 19 y 1ra a los Corintios 15: 21 al 22), se evidencia la vigencia sempiterna del Espíritu de la Toráh escrita (Toráh se traduce literalmente como Enseñanza o Instrucción); aunque en este caso se observa de un modo retroactivo y por ende profético (Apocalipsis 13: 8, Génesis 3: 21, 22: 13, Éxodo 12: 1 al 14, Juan 19: 30 al 37, y Apocalipsis 5: 5 al 14).

¡Saludos y bendiciones!   

Jorge Hijo de Lázaro.