La Verdad Secuestrada Parte 8 de 12 Por Ignacio García

por **Evangelista** Miér 06 Jun 2012, 10:28 pm

La Verdad Secuestrada
Parte 8 de 12
Por Ignacio García

El apogeo de la milagrería

El mundo está lleno de gente que dice realiza milagros con otra gente. No sólo en los círculos de la cristiandad y sus diversas ramas --agregándose aquí quienes se hacen llamar ‘cristianos’ sólo porque pronuncian el nombre de Cristo.

No hay día que pase sin que en la radio, la TV, la Internet, alguien se anuncie como hacedor de maravillas.

En mi país, todos los días a una hora mediana del día, una secta que tiene una variedad de nombres –pero que más fácil se le identifica como ‘Pare de sufrir… dénos su dinero’--- atosiga a su público con sus dizque ejecuciones milagrosas, sin que, por supuesto, dejen que éstas sean verificadas como reales: el puro mundo absurdo de Franz Kafka.

De tal dimensión es la función de la milagrería en el siglo XXI que, bueno, ya existe una facción argentina que le tiene un altar a Diego Armando Maradona…Y le achacan milagros.

En México, por el norte del país, se venera a un bandolero que es el patrón de los narcotraficantes…también se le atribuyen señales y hasta se ha pedido al señor obispo de la zona que el Vaticano reconozca algunas sanidades y otros ungüentos realizados por este bandido.

Por su parte, la secta asiática Aum Shirikyo efectúa, según testimonios de la gente, curaciones de fe, adivinando la enfermedad mediante percepción extra-sensorial…Para convencer a sus seguidores, el acto mayor del líder es, según ‘testimonios’ no comprobables, la levitación; se levanta dos metros del suelo.

A los seguidores de esta secta se les ofrece --a precio exorbitante e imitando a Macedo Bezerra—(la verdad no se sabe quién imita a quién) ‘agua del estanque milagroso’, que no es otro que el líquido en donde se baña Asahara, la cabeza visible de aquella secta.

En Tailandia, otro grupo trata enfermedades con pastillas hechas de páginas pulverizadas de la Biblia.

En México, Ashanti ofrece (por unos treinta dólares) unas veladoras de la ‘prosperidad’.

Otros, unos brasileños que se hacen llamar ‘Pare de sufrir… dénos lo que tiene’, hacen a la gente caminar por tendidos de sal ‘ungida’; dizque para que a la gente se le vaya la mala suerte y ‘sane’ de sus enfermedades.

Por su parte, cada día del año una buena cantidad de mexicanos marcha de rodillas grandes distancias para agradecer a la virgen de Guadalupe milagros realizados.

Continuamos:

por **Evangelista** Miér 06 Jun 2012, 10:32 pm

Podríamos seguir con un millar más de sectas, personas, santos, ídolos, pastores ‘ungidos’ que dicen hacer milagros.

Basten estos poco ejemplos por ahora. La pregunta aquí es:

¿Quién puede decir cuál sí y cuál no es una actuación cristiana, genuina, de obrar milagros de acuerdo a la voluntad soberana del Dios de la Biblia?

Las posibilidades

En todos los casos en que el llamado milagro se hace presente, existen tres posibilidades:

1) Que de verdad todos los que presumen de ello, hagan de verdad milagros; en cuyo caso, entonces, debemos asumir que también los espíritus, dioses, ídolos, charlatanes y agoreros, son capaces de realizar maravillas y señales (ojo, no confundir con las que Satanás y sus secuaces pueden realizar con propósitos bien definidos pronunciados en la Biblia);

2) Que en la arrebatinga de lo milagroso sólo sean válidos los hechos sobrenaturales de aquellos que se adjudican el nombre de Cristo para realizarlos, y, por default, los que no lo hacen, son falsos:

argumento endeble y poco creíble. Porque si sólo los que hablan en el nombre de Cristo son confiables, entonces los católicos, la santería, Walter Mercado (un charlatán mexicano), la IURD y muchos otros, hay que acreditarles señales verdaderas.

Pero aún: si algunos pasaran por el filtro de sola la mención de Cristo, su actuación milagrosa tendría que llenar el requisito de la ortodoxia; es decir, obrar los milagros de acuerdo a los parámetros de la Biblia y no a su muy mal entendido y distorsionado antojo.

3) Que todos los que dicen hacer milagros sean falsos; lo cual es lo más seguro, tangible y evidente. No porque los milagros no existan, sino porque pocos o nadie de los que dicen los hacen, cumplen con lo más elemental del contexto bíblico.

Es decir, no se ajustan a la regla (ya mencionada en capítulos anteriores) en el sentido de que “si alguna cosa puede ser imitada o reproducida por el hombre, debe ponerse en duda”.

Para que los llamados ‘milagros’ de algunos no se conviertan en estafas burdas, éstos deben ceñirse a los lineamientos y carácter ¡de quien hace los milagros!; es decir, la soberana voluntad del Dios de la Biblia.

por **Evangelista** Miér 06 Jun 2012, 10:38 pm

Lo mal enterado del asunto Junto con cámaras de video que desnudan a Benny Hinn

La mayoría de las personas (algunos cristianos incluidos) están mal enterados de lo que es un milagro.

Se cree que éstos son eventos coincidentes, fortuitos y de consecuencias naturales y lógicas que suplen sus deseos y caprichos.

Se llega a decir: “De milagro pasé el examen de matemáticas”. O, si se tiene un auto viejo y ya no se espera que arranque, pero de pronto funciona, alguien dice: “Arrancó de milagro”.

Esto, claro, es lo de menos y puede ser sólo un dicho coloquial. Pero hay más. La gente en las iglesias suele llamar milagros a esfuerzos y desesperaciones propias: si se trata de construir, por ejemplo, un templo, se ora por un milagro para reunir dinero…luego se empieza a explotar a los creyentes pidiéndoles más de lo que tienen, que vendan sus propiedad, que se ‘sacrifiquen para la obra’…se piden préstamos bancarios y se hipotecan algunas tierras: por fin, se junta el dinero…¡Y se tiene el descaro de decir que ha sido un milagro!.

A veces se llama milagro incluso a cosas insanas, fraudulentas, caprichosas, perversas, sólo porque se dan circunstancialmente al antojo y en el momento oportuno.

Un hombre de una iglesia local da su ‘testimonio’ del milagro de haber encontrado un trabajo bien remunerado…Milagro, porque hacía un año que buscaba trabajo y no encontraba y ahora ‘dios’ le dio uno…El caso es que mete al Dios de la Biblia en la acción del asunto…A las tres semanas lo corren de ese trabajo por haber mentido en los datos de su solicitud de trabajo… Usted calcule.

Hay otras adjudicaciones ‘milagrosas’ peores:

las que algunos llamados ‘cristianos’ se conceden a hombres comunes y corrientes que se dicen ‘enviados’ por Dios, pero que a ojos de quienes leen bien la Biblia, resultan patrañas puras.

Tan equivocada está alguna gente en las iglesias que un buen número de creyentes sigue y cree (más que al propio Jesús) al milagrero Benny Hinn.

La gente compra sus libros, lo mira en la TV, toca las pantallas para sanar cuando el palestino lo dice, se caen de espaldas cuando este pasea su saco de torero dizque ‘repartiendo poder’ del espíritu, se le compran sus aceites milagrosos, etcétera.

La ignorancia de la gente es tal, que le achacan a Hinn milagros que son auténticas estafas.

Estos creyentes evangélicos, en nada se diferencian de algunos creyentes católicos acreditan maravillas a la virgen de Lourdes.

Para que se dé usted cuenta de cómo se secuestra la Verdad de Jesucristo con tipos tan engañosos como Hinn, y si habla usted un poco de inglés, eche un ojo a este sitio en donde se demuestra que este dizque enviado es exhibido como falso y perverso.

Si no habla usted inglés, mire los videos que una cámara ha tomado para dar fe de las fechorías de Hinn…´profeta’ a quien mucha gente alaba y le tiene un altar. He aquí el sitio:
http://www.bible.ca/tongues-benny-hinn-ministries-fake-fraud-miracles-healing-prayer.htm

por **Evangelista** Miér 06 Jun 2012, 10:42 pm

La naturaleza del milagro

A ningún cristiano evangélico que conoce su Biblia se le ocurriría (bueno, sí se les ocurre y con mucha frecuencia) que algún milagro a su persona provenga de una fuente distinta a la de Dios.

Para el cristiano que cree en la Biblia como la Palabra de Dios, Él es el origen de lo sobrenatural.

Ahora, este Dios que se revela a través de Jesucristo, es alguien que puso orden en el universo que habitamos; es Alguien que implantó, a la vez, lógica y armonía en las Escrituras las cuales le sirven para revelarse al hombre: a usted y a mí.

Es tal ese orden y lógica que una de nuestras primeras declaraciones de fe, es que la Biblia no sólo es Palabra de Dios, sino que siendo un libro, éste no se contradice ni tiene errores…

Al parecer muchos ‘crisitianos’ que caen en errores y contradicciones no conocen este principio vital de nuestra fe: sin él no tiene caso seguir adelante jugando a la iglesita.

Siendo, pues, Dios alguien armonioso y lleno de un orden perfecto, sería impensable que Él es así en todas las cosas… ¡menos a la hora de hacer milagros!

Algunos ingenuos que se hacen pasar como ‘ungidos’ creen que Dios (poderoso y soberano) está a sus pies para cumplirles caprichos y deseos personales, y que Dios se involucra en actos de mentira, simulación, falsedad y otras aberraciones como ser rociados con ‘agua ungida’ con un ramo de albahaca (tal y como los que tratar de Parar de Sufrir).

Esto es absurdo y ridículo.

Muchos creyentes dejan envolver su fe en eso: lo absurdo y lo ridículo.

por **Evangelista** Miér 06 Jun 2012, 10:50 pm

La palabra milagro proviene del término griego “dinamis”, la misma que se usa para “poder”.

Por ejemplo, cuando Pablo expresa:

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder (dinamis) de Dios a todo aquel que cree” (Romanos 1:16)

En el caso de Jesucristo, Él obró milagros (Mateo 13:54) más allá de sólo simples trucos y sugestiones a la gente.

El poder de Dios se manifiesta en Él irrumpiendo en el curso ordinario de las cosas naturales.

Caminar sobre el agua, convertir agua en vino y, por supuesto, el hecho de su resurrección son irrupciones (no desórdenes) que Dios efectúa en el mismo orden establecido.

Ahora, la importancia aquí radica no en qué poderes manifestaba Jesús y cuáles le son dados en la actualidad a los cristianos.

El poder por el poder mismo no tiene sentido si alguien nos sale con que puede operar cáncer abriendo con las puras manos el cuerpo de las personas –-tal y como lo ‘testifica’ un filipino que fue agarrado con los hígados de un cerdo en las manos, producto de su fraude.

El poder del que se presuma debe ser, en todo caso, congruente con el Único que es capaz de ejecutar milagros: el Dios de la Biblia. En otras palabras, el que alguien haga un milagro no garantiza para nada su origen cristiano.

En Mateo 7:22 Jesús dice: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”
La respuesta de Jesús es tajante:

¿Y qué que hagas milagros? Eso no quiere decir nada.

Tan viciado es esto de los milagreros que se sabe que ninguno tiene poder para caminar sobre el agua, ni multiplicar panes, o resucitar a la gente…Entonces se limitan a los ‘milagros’ que sí pueden imitarse.

Por ello la importancia de analizar, cuál es el contexto en el cual Dios sí realiza milagros y por qué los va a conceder y con qué propósito. Veamos:

Primero.

En las maravillas hechas por Jesús y los discípulos, siempre existe un orden y un propósito: confirmar la fe de otros y dar autenticidad de la autoridad de Jesucristo; a la vez que dar apoyo al mensaje emitido…incluso, más que al mensajero.

Por ejemplo, en su discurso delante de los judíos, y después de sanar a un cojo, Pedro y Juan no defienden su ‘ministerio milagroso’, sino exaltan el mensaje de la palabra de Dios acerca del Mesías anunciado. (Hechos 3:11-26)

Segundo.

Los milagros no se llevan a cabo para elevar el prestigio de nadie, o para hacerlo rico o famoso y andar por los templetes promocionándose como si fuera un artista de poca monta.

Es ejemplar que Jesús actuara bajo un orden de humildad y secreto antes que de exhibición.

En Marcos existe una docena de ocasiones en que Jesús pide a quienes recibieron algún milagro que no cuenten a nadie acerca del hecho.

Cuando Satanás lo tienta a hacer milagros (convertir piedras en pan, por ejemplo) Jesús no cede para demostrar que “sí puede” o que es mayor que el diablo…O hacerse de riquezas como una inmensa mayoría de dizque milagreros lo hacen.

Tercero.

Los milagros no son ni caprichosos ni fantásticos ni imitables.

No obedecen a deseos de las personas.

Una cosa es desear que Dios sane de una enfermedad, haga rico a alguien,

‘quite la mala suerte’, le devuelva al esposo que se fue…Y otra es lo que Dios establece en su carácter y soberana voluntad. El deseo, por muy ferviente que éste sea, no determina si va o no a ocurrir el milagro; ni es tampoco, como muchos enseñan, la medida de nuestra fe.

Una doctrina aberrante hoy de moda enseña a los creyentes a ‘desear, imaginar, pedir y creer que ya se tiene’ algún capricho…Y que Dios va a responder a través de la ‘cuarta dimensión del espíritu’ ¡Puras ridiculeces!

por **Evangelista** Miér 06 Jun 2012, 10:56 pm

El deseo caprichoso viene cuando se pide milagro pero sin saber para qué lo quiere el creyente: la petición no tiene planes ni propósitos dentro de la perspectiva de la vida cristiana; es decir, del plan de Dios.

La torcida doctrina de la ‘prosperidad’ es un buen ejemplo de esto; enseñan a la gente a pedir un milagro para hacerse ‘ricos’ (porque dicen –argumento absurdo— que ‘dios no quiere que sus hijos sean pobres…’)… ¡Quién sabe de qué Dios hablan porque el de la Biblia entiende la historia como la de un hombre caído sujeto a tal pobreza que el propio Jesucristo es un ejemplo clásico de ella!

Cuatro.

El contexto del milagro es sumamente importante. Es aquí, en lo que rodea al hecho sobrenatural, en donde los dizque hacedores de milagros, resbalan. Tenemos lo siguiente:

a) Cuando existe el milagro en la Biblia, éste se da con oportunidad. Esto quiere decir que se da cuando a Dios se le antoja y no cuando los hombres se lo exigen.

Para algunos es al revés; incluso exigen a Dios que se ‘aparezca’ a las 12 del día, cuando el templo está más lleno. Pero el ridículo de los ridículos es pensar que Dios se va a manifestar cuando la cadena de TV establece el horario para que salga ‘al aire’ el ‘ungido’ a dizque sanar.

Si el horario cambia…le avisan a Dios que se espere o adelante al caprichoso llamado del agorero.

Pero lo más ridículo de lo anterior es que muchas personas creen que tocando la TV la mentira de un hombre tan pecador como la persona, le va a transmitir poder de ‘sanidad’…

¡Por medio de una repetición del programa que no pudo ver el creyente al mediodía! …

Que Dios pueda hacer eso, ¡seguro! ¿pero estará Dios involucrado y obedecerá a esa clase de desfiguros?

b) El milagro se da en cualquier sitio por mucha distancia que exista entre el sanador y el sanado.

El ejemplo de Jesús con el siervo del centurión a quien sanó sin verlo ni conocerlo, sirve para el caso.

Pero…la egolatría y soberbia de algunos es insaciable: quieren que la gente abarrote sus teatros e iglesias como condición para ser ‘tocados’ por alguien, y así sanar.

Una mujer trae, por ejemplo, a su hija desde una región de la sierra de mi estado…Unos cien kilómetros. Con la promesa de que será sanada si ‘tan solo’ es ‘impuesta’ de manos por un payaso vestido de sanador.

Y la pregunta es ¿No es Dios todopoderoso y lleno de misericordia para sanar a esa muchacha sin hacer que la madre gaste su dinero, sufra con el viaje y regrese sin esperanza porque el tal agorero es más falso que un billete de siete euros? ¿Es este el Dios de la Biblia? Conteste usted, amable lector.

por **Evangelista** Miér 06 Jun 2012, 11:01 pm

c) El milagro no enriqueció ni a Jesús ni a los apóstoles.

Cristo jamás pidió nada a cambio materialmente por sus favores sobrenaturales.

Ni siquiera exigió que se sumaran a su causa para que se viera su iglesia con mucha gente, o les forzó a diezmar y vender sus pertenencias en agradecimiento.

Al apóstol Pablo, un mago (igual a los brasileños subidos en los templetes) le ofreció dinero a cambio de que le enseñara cómo se hacen los milagros…Pablo no aceptó la oferta…que debe haber sido muy buena: los engañadores regularmente se enriquecen con la ingenuidad de la gente…si no, pregúntele a los charlatanes cariocas de la ‘oración fuerte de algún espíritu’.

d) El milagro privilegia al individuo. Cuando Pablo es encarcelado en Filipos (Hechos 17), ocurre un milagro. La tierra tiembla, las cadenas se rompen, las puertas ceden…Y Pablo queda libre.

La primera impresión de cualquier persona que es liberada de esa forma, es salir corriendo a la calle y perderse en las sombras de la tarde… Pero Pablo no hace esto.

Al ver que el carcelero quiere matarse por razones naturales de la política romana, el apóstol deja el milagro a un lado y opta por la compasión, el amor, la misericordia: habla con todos los presos y les convence a que se queden. El resultado: el milagro más grande no ocurre a Pablo, sino al carcelero que llega al conocimiento supremo del amor de Jesucristo: él y toda su casa.

e) La mayoría de los milagros en el NT se dan en público y (ojo charlatanes) ante incrédulos y gente que deseaba refutar a Jesús y los discípulos…No obstante, éstos siempre pasaron las pruebas. No como otros que ejecutan sus ‘maravillas’ con gente ya manipulada y controlada (además de amenazada) y los engañan haciéndose pasar por dizque sanadores.

f) Los milagros hechos por Jesús y los discípulos, no pueden ser imitados, fingidos, reproducidos por los hombres.

Limpiar un leproso, sanar un ciego de nacimiento (enfermedad congénita), levantar a un cojo, resucitar a un hombre que tenía cuatro días de muerto…son sólo algunas cosas que los agoreros son incapaces de hacer…por una simple razón: ni tienen poder ni saben qué es la autoridad de Jesucristo.

por **Evangelista** Miér 06 Jun 2012, 11:04 pm

g) Finalmente. Los milagros no se limitan a una serie de vaguedades y levantamiento de males psicosomáticos y de fingimiento personal por parte de las personas en el afán de no dejar mal parado al dizque milagrero.

Las señales de Jesús y los apóstoles se dan de todo tipo: en la naturaleza (calmar la tempestad); en la fisiología de la gente (sanar enfermedades incurables), en el mundo espiritual (echar demonios –ojo: a una sola voz y sin andar dando sombrerazos por horas y horas); en el conocimiento (Jesús conoce el corazón de los hombres…algunos, como los cariocas, sólo reconocen aquellos corazones que dan dinero); en la creación (la multiplicación de los panes y peces); y, la muy importante, sobre la vida y la muerte.

Por supuesto, ninguna de estas manifestaciones se da en los milagreros…se limitan más bien a aquellas que resultan patraña pura y que pueden ser fácilmente imitadas o manipuladas, a tal grado que hasta David Cooperfield se muere de envidia.

No dudo ni tantito que haya hombres verdaderos de Dios que posean ese don; administrado y ejecutado de acuerdo a la Palabra.

Por lo demás, haga usted la cuenta, estimado lector: O Dios tiene un poder muy irregular y desordenado que les trasmite a algunos hombres y éstos se dan vuelo con el desfiguro; o esos hombres mienten y simulan y engañan a los que, diciéndose cristianos, han dejado a la Biblia a un lado e ido en pos de engañadores perversos.

Próxima entrega

En mi próxima entrega les pregunto a todos los que practican doctrinas como el hablar lenguas sin sentido, las maldiciones generacionales, líneas de iniquidad, ‘pases´de la Biblia por el cuerpo, guerra espiritual, etcétera; les pregunto ¿qué pasa si habiendo conocido al Cristo que libera y salva por su gracia, me niego a entrarle a esas prácticas aberrantes? ¿Me estoy perdiendo de algo que no me hayan dicho?

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