No habrá oportunidad para el arrepentimiento-Ilustraciones cristianas

por **Evangelista** Miér 15 Mayo 2013, 6:54 pm

No habrá oportunidad para el arrepentimiento
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-¿Quién me ayudará a desgranar el maíz?

–Preguntó la gallinita dorada, al encontrarse una mazorca de maíz.

-Yo no –dijo el pavo.

-Yo no –dijo el pato.

-Pues lo haré yo sola.

Cuando hubo terminado la gallinita dorada de desgranar el maíz, hizo otra pregunta.

-¿Quién me ayudará a llevar el maíz al molino?

-Yo no –dijo el pavo.

-Yo no –dijo el pato.

Pues lo llevaré yo sola.

Por último, la gallinita dorada pregunta:

-¿Quién me ayudará a hacer la harina?

-Yo no –dijo el pavo.

-Yo no –dijo el pato.

Pues la haré yo sola.

Cuando la harina estaba lista para comer, la gallinita dorada, nuevamente, preguntó: -¿Quién me puede ayudar a comer esta harina?

-Yo puedo –dijo el pavo.

-Yo puedo dijo el pato.

-Pues no

–respondió la gallinita dorada

–Ahora sólo la comeremos mis pollitos y yo.

Entonces maliciosamente el pavo y el pato le dijeron:

-No hagas eso gallinita dorada, mira que ya nosotros estamos arrepentidos de no haberte ayudado.

-Bueno, yo quisiera complacerlos; pero lo cierto es que ya no hay oportunidad para el arrepentimiento –concluyó la gallinita dorada.

¿Quién no recuerda, de nuestra niñez, haber leído reiteradas veces esta fábula?

Naturalmente que la leímos tanto como para no olvidarla.

Tampoco faltó que se hiciera hincapié en la moraleja del cuento para que supiéramos que, en la vida, debemos cooperar los unos con los otros.

Pero además, la gallinita dorada deja claro que no debemos despreciar las oportunidades, porque después no habrá tiempo para el arrepentimiento.

Nuestro Señor Jesucristo predicó el arrepentimiento para salvación de las almas, y antes de irse, nos dejó la gran comisión de predicarlo a todas las naciones, porque cuando él regrese,

YA NO HABRÁ OPORTUNIDAD PARA EL ARREPENTIMIENTO.

No vaya a ser, que pensando mucho en el mundo material te olvides, y dejes para más tarde, lo que nadie, con exactitud, sabe cuando va a suceder.

Como Esaú que por una comida abandonó su bendición y cuando la quiso, era demasiado tarde.

No sea que haya algún fornicarío, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su progenitura.

"Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque lo procuró con lágrimas." Hebreos 12:16-17.

Amigo lector, usted todavía no ha perdido la oportunidad; pero nadie sabe lo que puede ocurrir mañana.

No la deje pasar, arrepiéntase y acepte a Jesucristo como su Señor, y él le garantiza la vida eterna.

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