¡Nace un sermón! (Segunda Parte)

por **Evangelista** Lun 06 Mayo 2013, 11:03 pm

Predicar la Palabra de tal manera que la congregación la entienda con toda claridad es tan importante que exige nuestro mejor esfuerzo.

El alumbramiento
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La entrega del mensaje comienza con el proceso de escribirlo, porque en la escritura cobra cuerpo el contenido del sermón y usted decide cómo lo va a expresar.

Cuando se escribe un sermón, a menudo se presentan dos problemas:

1) algunos predicadores disfrutan la etapa de investigación pero detestan escribir, por lo que comienzan esa tarea demasiado tarde;

2) a otros les desagrada investigar, entonces se apresuran para comenzar la etapa de escritura.

Examine hacia qué tarea tiende a inclinarse usted y empújese en la otra dirección.

Identifique y diagrame su estructura
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No creo que exista una estructura mágica.

El objetivo de predicar es fortalecer a la persona de Cristo en los demás.

Cualquier método que logre ese objetivo y considere el texto con integridad es aceptable.

La prueba de la buena calidad del sermón no será lo que recuerden las personas, sino que sus vidas sean transformadas.

Predicar la Palabra de tal manera que la congregación la entienda con toda claridad es tan importante que exige nuestro mejor esfuerzo.

Sin embargo, la estructura es como el esqueleto.

Sin esqueleto, el sermón carece de forma y fuerza.

A veces la estructura es un exoesqueleto (la estructura resulta obvia); otras es un endoesqueleto (no tan obvia), pero está ahí.

La clave es que la estructura permita que el sermón se desarrolle de manera dinámica.

En su libro Homiletics: Moves and Structures (Homilética: movimiento y estructura), David Buttrick plantea que la estructura de un mensaje debería trazarse en una serie de movimientos, similar a una conversación.

En una plática entre dos personas se pasa de un tema a otro con rapidez.

Pero cuando hablamos delante de un grupo numeroso de personas, es necesario pensar cuidadosamente cómo pasaremos de un tema a otro.

He descubierto que me cuesta encontrar una oración de transición; eso suele ocurrir porque estoy haciendo un mal movimiento, no porque no sepa escribir oraciones de transición.

Reduzca su enfoque
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Una pregunta clave:

¿Qué temas requieren más tiempo que los demás?

Si es importante, por lo general, demanda bastante tiempo. Si es complejo, reclama mucho tiempo. Afirmar un tema puede involucrar repetición, ratificación o ilustración.

Puede requerir una imagen o una metáfora.

Si un tema es un poco complejo pero es pertinente abordarlo, por lo general lo trato con humor.

El humor es una manera de atraer la atención de las personas. Les contagia un poco de energía.

Otras veces simplemente les advierto:

«Bueno, los próximos cinco minutos van a ser un poco complicados, así que necesito toda su atención».

¿Qué ocurre si se le presenta un tema bastante complejo, que requiere reflexión pero no es lo más importante para exponer? Resúmalo para que se acomode a la prédica.

Esta parte es muy difícil.
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Una vez que haya escrito un mensaje, debe ajustarse a él.

Es recurrente en la mayoría de los predicadores sentirnos tentados a dedicar mucho tiempo a material secundario.

Lo mismo se aplica para las historias e ilustraciones.

¿Cuál es la regla principal para los bienes inmuebles?

«Ubicación, ubicación, ubicación»; pues lo mismo ocurre con la práctica de predicar:

Usted escucha a alguien predicar y el predicador cuenta una historia para ilustra un elemento del mensaje. Es una excelente historia. La gente se ríe con ella… llora… funciona de maravilla.

Y usted piensa: «definitivamente debo contar esa historia la semana entrante».

Así que la siguiente semana usted la cuenta y no causa el mismo efecto.

¿Por qué?

Porque lo que funcionó no fue la historia. Fue el contexto en que se contó la historia.

«Manzana de oro con adornos de plata es la palabra oportuna».

Pero es una manzana de oro con adornos de plata solo si se habla oportunamente.

La gran tentación es pensar que la fuerza viene con la historia misma, cuando en realidad la fuerza proviene del contexto.

Utilice abundancia y diversidad de imágenes
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A medida que trabajo con un texto, busco imágenes que puedan ser clave en la vida de las personas.

Un ejemplo: David escondido en la cueva de Adulam.

¿Qué clase de imagen es una cueva? ¿Una imagen alegre o triste?

Las preguntas sobre la imagen no deben formularse solo en cuanto a su contenido cognitivo sino también en cuanto a la carga emocional que produce.

Una cueva es oscura, triste, tenebrosa.

No hace falta que mencione todo eso; la imagen lo expresa por sí misma.

continua

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por **Evangelista** Lun 06 Mayo 2013, 11:12 pm

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David se ha escondido en una cueva.

Todos vamos a pasar algún tiempo en una cueva.

Pero lo que David desconoce es que Dios ejecuta su obra más grande en ese contexto.

Desarrolle la historia mientras predica:

cómo David encuentra a Dios, cómo Dios se encuentra con él y cómo David se alienta en el Señor. Entonces exprésele a su audiencia:

«Algunos de ustedes posiblemente se encuentren en una cueva en este momento: en quiebra; un doloroso divorcio; lo que sea.

Necesitan saber que una cueva provee el ambiente óptimo para que Dios perfeccione su obra en nosotros».

Entreteja el mundo actual con el antiguo
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Por ejemplo, piense en Sansón.

Yo vivo en California, y quiero que la audiencia se imagine cómo era Sansón. Él era un juez.

Poseía una increíble fuerza, quizás como un físicoculturista.

Era un hombre atractivo; las mujeres se sentían atraídas por él.

Se convirtió en gobernante. ¿Se les viene alguien a la mente?

Los californianos están viendo a un Sansón que se llama Arnold. De repente no saben si están en Jerusalén o en Parque de Menlo, porque el mundo de la Biblia y el propio se han mezclado.

Asegure el principio y el final

Las dos partes más importantes de un mensaje son el comienzo y el desenlace.

De esas dos, ¿cuál diría usted se ocupan más en desarrollar correctamente los predicadores?

Noventa y nueve por ciento de las veces es el comienzo.

Pero una característica clave de un predicador experto es ofrecer una conclusión tan bien pensada como la introducción.

Creo que la manera en que se conectan nuestras mentes es una cuestión cronológica.

Un predicador está tan consciente de cómo se sentirá el mensaje al comienzo que se obliga a dedicar la mayor parte de la preparación a ese momento.

Una buena introducción creará un sentido de urgencia en el oyente.

Pensamos, bueno, una vez que consiga que el avión ascienda, encontraré un lugar donde aterrizarlo.

Pero podemos desaprovechar toda la fuerza del mensaje si no sabemos hacia dónde nos dirigimos.

Si comienza por el final y luego retrocede desde allí, culminará en algo que mostrará la diferencia.

Para cada uno de sus mensajes, asegúrese de trabajar tanto en la conclusión como en la introducción. ¡Sepa en qué lugar aterrizará el avión!

Posparto
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¿Qué tan sano es el bebé?

Al nacer, el bebé recibe un puntaje para indicar su salud general.

Del mismo modo, es importante evaluar un mensaje por comentarios de distintas fuentes.

En las etapas anteriores, es muy útil contar con un formulario de preguntas, así puede pedirle a los demás que escriban algo que lo ayudaría en esta tarea. Veamos algunas preguntas:

¿La exégesis fue adecuada y alcanzó su objetivo?

¿El mensaje fue lógico y claro?

continua

por **Evangelista** Lun 06 Mayo 2013, 11:16 pm

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¿Funcionó la ilustración?
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También le pido a mi evaluador que me indique si comuniqué con claridad lo que las siguientes preguntas piden, las cuales siempre utilizo cada semana como guía para preparar el mensaje:

¿Qué quiero que entiendan las personas?

¿Qué quiero que hagan las personas?

¿Qué quiero que sientan las personas?

Luego, mi evaluación incluye una pregunta acerca de la entrega del mensaje.

¿Tengo hábitos que distraen a los oyentes? ¿Cómo se escuchó mi voz y el ritmo en que prediqué?

Un predicador que cuente con este don, sabrá cuándo es necesario un poco de energía en la sala, y también logrará percatarse de cuánto silencio pueden soportar los oyentes.

Utilizará todo el rango de inflexión, ritmo y silencio para retener la atención.

Una vez que cuente con personas que sepan bien cuál es la evaluación que usted necesita, no será necesario contar con un formulario.

Creo que es importante restringir la cantidad de personas que lo evalúen.

Busque pocas y, por supuesto, personas cuya opinión usted respete.

Un amigo mencionó una vez que la clase de evaluadores que necesitamos son aquellos que nos indican con honestidad:

«No eres tan bueno como crees que eres, pero aun así yo creo en ti».

¿Depresión posparto?

La preparación de un sermón me demanda, al menos, quince horas.

Eso es luego de muchos años de práctica.

Si esto le parece demasiado trabajo, no se equivoca, realmente así es. Pero vale la pena.

Para mí, transmitir un mensaje que no logra una conexión entre mi audiencia y la Palabra es lo más doloroso del mundo, y no puedo soportar ese dolor.

Es por eso que el proceso extenso que dedico para preparar y evaluar el sermón no es necesariamente un tema espiritual; ¡simplemente lo hago para evitar sentir dolor!

Predicar la Palabra de tal manera que la congregación la entienda con toda claridad es tan importante que exige nuestro mejor esfuerzo.

BENDICIONES -

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