El cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán

El cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán

Algunos se atrevería a insinuar que con el pasó del tiempo las cosas pueden cambiar y nuestra seguridad quedaría en entredicho, pero Jesús afirmó:

El cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán.

El que piense en hacer daño a un hijo de Dios, antes se las tendrá que ver con Él, y nadie hay más poderoso que Dios, por tanto

! Si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros!

Aunque no somos perfectos, todas las acusaciones que pudieran presentar delante de Dios en contra de nosotros no tienen valor alguno, pues Él es el Juez que nos ha hecho justos.

Otra posible sería atacar con sufrimiento a los hijos de Dios pretendiendo que la confianza y el amor hacia el padre se enfriara, pero es que la clave de nuestra seguridad no se encuentra en lo que en un momento dado podemos sentir hacia Dios, sino en lo que Él siente hacia nosotros, en lo que Él ha hecho, hace y hará por nosotros, y sobre todo, en lo que Él es en sí mismo.

En su carta a los romanos, Pablo termina su canto triunfal con estas alentadoras palabras:

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente,
ni lo por venir,  ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

  

Evangelista