Debemos decidir

Debemos decidir

Evangelista:
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Digámosle a los demás que las cosas que nos suceden nos fuerzan a decidir cómo responderemos a Dios. Podemos enojarnos o podemos decidir sentirnos sobrecogidos por el TODOPODEROSO.

Podemos acusarlo o podemos adorarlo, pero la neutralidad será difícil, si no imposible.

Ese es el dilema que enfrentó Job cuando sus hijos murieron en un vendaval.

Cuando recibió las noticias de los relámpagos y los fuertes vientos, no conocía el prólogo de su libro.

No sabía que satanás y Dios habían tenido un diálogo y que había sido escogido para una prueba especial. Sin explicación, sin saber la -letra menuda- de los propósitos de Dios, los rayos mataron todo el ganado de Job y un vendaval probablemente un tornado mató a sus hijos.

Satanás le dijo a Dios que si a Job le quitaran sus posesiones, maldeciría a Dios en su propia cara.

Es interesante, los eruditos nos dicen que la palabra barak, en hebreo puede significar maldición o bendición, dependiendo del contexto. Aunque su esposa, doblegada por el dolor lo alentó a volverse contra Dios.

Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.

Job no tomó parte en ello, él la corrigió con la aguda perspicacia de un teólogo:

Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?

Sabía que tanto el resplandor del sol como los rayos poderosos provenían de Dios.

Con diez tumbas nuevas en la ladera de la montaña, Job eligió bendecir y no maldecir.

En respuesta a Dios, adoró de esta manera:

y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.

Al día siguiente las cosas fueron de mal en peor.

A estas alturas satanás tenía permiso de Dios para castigar con violencia a Job con dolorosas llagas desde la planta del pie hasta la coronilla, nuevamente Job tuvo que elegir ¿ adoraría a Dios o lo maldeciría ?

Eligió nuevamente el camino de la adoración y probó que es posible adorar a Dios sin explicaciones.

Las cosas que nos pasa podrían alejar de Dios a alguna gente, pero en otros tiene el efecto contrario, los lleva a los brazos de Jesús.