Verdaderos profetas y falsos profétas.

Aclaración: Yo no soy profeta, solo entiendo como funcionan las cosas.  

     Los profetas de Yahweh no son oráculos míticos ni místicos; en los que se producen videncias mágicas. Sino que son estrictos escudriñadores de "las Escrituras", que identifican discretas pautas inherentemente matemáticas, las cuales les permiten hacer pronósticos de alta probabilidad (la intuición parece apartada de las matemáticas, pero es la capacidad de identificar datos abstractos, que proviene de fuentes igualmente abstractas).

     Se afirma que la Palabra escrita de Yahweh, contienen discretas pautas matemáticas, porque en Ellas se identifica un recurrente algoritmo octal; que corresponde a una secuencia cíclica de eventos. La cual va desde el siete potencial al siete, es decir, desde un "Principio" potencial y abstracto; hasta la complitud concreta: primero 7 eventos potenciales o "el principio", luego 1 evento concretado, luego 2 eventos concretados, luego 3 eventos concretados, luego 4 eventos concretados, luego 5 eventos concretados, luego 6 eventos concretados, y al final se completan 7 eventos concretados. Por lo cual, hay un total de ocho eventos; un "Principio" potencial y sus siete eventos concretados que conforman una complitud. Así la complitud o plenitud es una totalidad; representada por el conjunto unitario 7. Además el mencionado "Principio" bíblico viene a ser emitido en forma de la Palabra de Yahweh (Juan 1: 1 al 2); la cual trajo a la existencia un dinámico completamiento unitario (Juan 1: 3, y Romanos 4: 17), a partir de la potencial y abstracta Unidad inicial, cuando esta fue explegada en la vacuidad (que viene a ser la abstracción "cero"). Y si bien en todo el Tanaj; no existe la abstracción "cero" como un número explícito; la realidad es que en Génesis 1: 2, antes de iniciar la cuenta del primer día, se encuentra la palabra "tohú" o "vacío". Amén que en Revelaciones de Juan 8: 1, se menciona un "silencio" en la secuencia profética, después de acabar la aperturación de los siete sellos. Aparte en el Logos escrito es fácilmente identificable, un modelo binario o patrón "cero-uno" (la unidad es la porción básica de data o información), que corresponde una secuencia de "apagado y encendido" (la aplicación en la vacuidad del Dato o Logos unitario; hace posible el movimiento y el cambio). Y aunque en el Tanaj no existe el guarismo o número "cero", que le conceda lugar al concepto binario, si existe la noción de "un encendido a partir de un apagado"; porque en Génesis 1: 3 dice yehi o "sea" ("sea hecho"; lo que no era), y luego dice "wayhi" o "fue" ("fue hecho"; lo que no era). Amén que en el Evangelio de Juan 1: 3, aparece la palabra griega "egeneto" ("lleguen a ser"), y enseguida la palabra griega "gegonen"  ("llegaron a ser"). En "las Escrituras" también encontramos mecánica de cantidades (el funcionamiento de cantidades; por ejemplo; Deuteronomio 16, y Daniel 9: 24 al 27); lo cual implica la noción de escalas o proporciones (como la relación de 1 a 10, entre el precepto de Shavuot en Deuteronomio 16: 9 al 12, y la profecía de "las semanas" en Daniel 9: 24 al 27), y la noción de relaciones algebraicas (como la interesante relación la cual se explicará en el tema "setenta veces siete"). Además el Antiguo Testamento contiene dinámica de cantidades (el cómo se accionan las cantidades; por ejemplo; Daniel 2: 31 al 45, Mateo 13: 31 al 33, Lucas 17: 5 al 6, y 1er libro de Samuel 17: 40 al 50); a lo cual se le da continuidad en el Nuevo Testamento; y lo cual es algo que implica la noción de logaritmos o funciones (en la porción de 1er libro de Samuel 17: 49, David usó una honda para disparar una piedra, a la cabeza del gigantesco Goliat; así que la fuerza de impacto se dio en función, del incremento de la velocidad del proyectil), la noción de integraciones (Juan 1: 1 al 2, 10: 30, Colosenses 1: 19 al 23, Efesios 1: 9 al 11, Juan 14: 20, 17: 21 al 24, Mateo 22: 35 al 40, Lucas 10: 25 al 28, y 1ra a los Corintios 15: 28), la noción de derivaciones (Colosenses 1: 15 al 18, Juan 1: 3, Mateo 1: 23, Mateo 11: 14, 1ra de Pedro 1: 11, Apocalipsis 3: 1, y 4: 5), la noción de lógica de conjuntos (Génesis 1: 4, Mateo 25: 31 al 46, y 1ra a Timoteo 1: 8 al 10), y también nociones geométricas (Génesis 6: 14 al 16, Proverbios 8: 27, Salmo 19: 6, Ezequiel 40 al 43, y Apocalipsis 21: 10, 15, y 16).

     Así que un profeta del Altísimo no es un adivino, sino una persona con el Espíritu de Cristo, quien les permite intuir consciente o inconscientemente; las relaciones numéricas en las Escrituras. Y todo con el fin de anunciar los misterios del Evangelio, misterios en los cuales, los mismo angéles anhelan mirar (1ra de Pedro 1: 10 al 12).

     Hoy en muchas comunidades cristianas, cualquiera que hace una declaración con voz de mando y mucho entusiasmo, piensa que hace un pronunciamiento profético efectivo. Pero las simulaciones de autoridad y el entusiasmo no vienen de lo Alto. Lamentablemente mucha gente se entusiasma con el Evangelio y piensa que por eso esta salvada, pero el entusiasmo y el positivismo no son fe genuina, sino que la fe verdadera se evidencia dejando de hacer maldades. Y también desarrollando la paciencia gracias al amor y la esperanza. Pero revisemos cual es la autoridad y la fe que vienen de lo alto en la declaración de un profeta genuino.

     MENE ("Contó Elohim tu reino o dominio y lo remató"), TEKEL ("Se te pesó en balanza y estas incompleto"), y PERES ("Tu reino o dominio fue partido y traspasado a otros"); conforman un auto formal de Juicio del Altísimo, expresado en una triple sentencia de juicio, que es legítima ante la Toráh escrita. Esto implica que conforme a la misma Enseñanza escrita, primero hubo el concierto de un doble o triple testimonio, para que se pudiera haber dictado la sentencia. Y esta es la clave que hace efectivos los pronunciamientos de Justicia Suprema, porque solo se aplican bajo el marco normativo de "la Ley" y el Testimonio (el Testimonio reiterado en "la Escritura"), así que es vano que sean declarados por indoctos y por falsos. Los cuales desde dentro del mismo pueblo de nuestro Dios, hacen declaraciones sin considerar, el Estado de Derecho establecido en el Nomous escrito (al cual el Señor Yahshúa no abrogó, sino que lo cumplió, y lo preserva en su calidad de Rey de Justicia). Luego las formas escritas o vocalizadas, sin su correcto sentido nomológico; son formas sin espíritu y sin efectos concretos, aunque se copien de "las Escrituras" (Miqueas 3: 1 al 9, y Zacarías 5: 1 al 4). Y es que sin este candado legal, cualquier vidente de feria sería un profeta del Altísimo, y esto sin importar sus motivos e intenciones.

     Por eso la Palabra de Yahweh nos íntima con énfasis fuerte, en la porción de Isaías 8: 11 al 22, a no ser comparsa de quienes invocan vanamente (a continuación se presenta una paráfrasis de esta porción de Isaías): "No conjures indiscriminadamente como las gentes inclinadas a adivinar, ni temas lo que ellas temen, no asumas sus miedos que extravían. A Yahweh Tzavaot y solo a Él ofrece tu apartamiento, que Él sea tu temor, y que Él sea tu miedo. Entonces Él mismo te será por Templo, más a los que en Su Pueblo claman como agoreros (Isaías 66: 5); Él les será piedra para tropezar, y les será tropezadero para caer, y les será lazo y red aunque morasen en el templo de Jerusalem. Y ciertamente muchos tropezarán y caerán; y serán quebrantados luego que se enreden y queden apresados (Isaías 44: 25). Pero tú entrelaza y sujeta el testimonio de dos o tres, y remarca el conocimiento de "la Ley" entre los discípulos. Así que mejor espera a Yahweh Jireh (Yo Soy Sempiterno Proveedor); quien esconde Su Rostro a los falsos profetas de Su Pueblo. Y a Él aguarda con el resto de los hijos de Yahweh "salva" (Yahshúa), que le fueron concedidos por Yahweh el Morador del Monte Sion (Abba), en calidad de singulares maravillas de Su Pueblo. Pero si alguien te dijera hijo de Sion; "consulta a los profetas". Y tú sabes con certeza que no lo son; porque hablan simulando voz misteriosa de pythón (Isaías 29: 4), porque notas su clamor de profeta fingido, porque los delatan sus preguntas para sondear, porque sus videncias son desacertadas o muy generales para no fallar, y sobre todo porque aman el dinero. Entonces a tal persona le responderás: ¿Qué no es a nuestro Elohim a quien debemos consultar? ¿Acaso consultaremos los vivos a los muertos? Y es que si no se apegan a "la Ley" y al Testimonio; entonces todavía no les ha amanecido la Vida, y permanecen bajo la sombra de la muerte. En consecuencia pasarán delante del Señor fatigados y hambrientos, y acontecerá que el hambre los enojará, y los hará maldecir a Su Rey y a Su Elohim, mientras levantan sus rostros al cielo. Después mirarán a la Tierra, y verán tribulación y tiniebla, y oscuridad y angustia; para finalmente hundirse en la tenebrosidad (Jeremías 23: 29 al 40)".

¡Saludos y bendiciones!

Jorge Hijo de Lazaro.