La revelación de Su Conocimiento.

¿Cuál es el requisito para alcanzar la revelación de Su Conocimiento?

     Es preeminente es aceptar que todos los seres humanos somos polvo, que "Yo Soy Sempiterno" no puede comprenderse cabalmente por el polvo, y que a Él le place revelar Sus Misterios a quién es como un pollino montes (como una bestia útil para llevar cargas; la cual no ha sido subyugada por el sistema del mundo).

     El hecho de que la revelación del Conocimiento de Yahweh, se dispense a quienes son como útiles bestias de carga, y que están libres del condicionamiento del mundo; nos conduce a comprender que no se otorga solo por pedirla, no se encuentra nada más por buscarla, no se arrebata únicamente con la fuerza, y no se comprende solamente con sentido común. Sino que se otorga porque el Proveedor procura darla, se encuentra porque el Apartado de Apartados decide mostrarla, se arrebata porque el Omnipotente desea concederla, y se comprende porque el Omnisciente quiere notificarla (Isaías 66: 1 al 2, Salmo 7: 9, 26: 2, 16: 7, 17: 3, Juan 5: 39 al 40, 1ra de Pedro 1: 10 al 25, y Joel 2: 28 al 29).

     La revelación del Conocimiento de Yahweh, no se refiere a la revelación de simple gnosis o conocimiento, sino a revelación de epignosis o Conocimiento acerca del Dios de Israel. Más en donde dice epi; no solo se está indicando que tal Conocimiento es relativo a Él, sino que es tan íntimo a Elohim, como lo es la epidermis respecto a la dermis. Luego la revelación de Su Conocimiento, es el descubrimiento de "la Piel" de Él mismo, y si recibimos y abrazamos ese Conocimiento; entonces efectivamente nos intimamos con el Altísimo (1ra de Pedro 1: 23). Y esto es algo que no puede hacer; ningún otro tipo de gnosis (1ra a los Corintios 2: 6 al 16).

     Y así revelando Su Conocimiento; por medio de una mula a un profeta descarriado (la útil bestia de carga y difícil de someter, habló para someter a la maleada bestia humana, mejor conocida como Balaam Hijo de Beor), o por medio de un emperador gentil que sometió a Israel (el rey Nabucodonosor que luego fue sometido al extremo por Yahweh), o por medio de un marginal que se autoexilio en el desierto (El Apartado y abstinente Juan, que sumergía ritualmente en agua, para anunciar el arrepentimiento y limpieza de pecados), o por medio de pescadores iletrados (hombres simples pero útiles para llevar cargas, y para ser subyugados por el Altísimo, en su función como apóstoles del Cordero), o por medio de un vil publicano (Zaqueo el servidor de los conquistadores romanos, y opresor de sus compatriotas israelitas), o por medio de una mujer pecadora (sierva de la fornicación y el adulterio; que era sujeta a morir apedreada), o por medio de un centurión romano que amaba al pueblo judío (opresor de la gente a la que terminó apreciando), o por medio de un ladrón condenado (maldito por ser muerto en un madero, aunque justificado por su fe en el Cordero del Proveedor, y por la expiación con el rociamiento de "Agua Viva"), o por medio de otro centurión esclarecido al ejecutar a cierto carpintero (pero no por eso sin culpa, aunque su fe también lo justifico, y el Agua con Sangre mesiánica igual purgó sus faltas), o por medio de un centurión asesino de cristianos (Saulo el judío de instrucción privilegiada en la Toráh, y fiel brazo ejecutor del Sanedrín de Jerusalén, aprovechando que era ciudadano y soldado de Roma), o por medio de las "empedernidas" personas que fuimos nosotros (de las cuales el Proveedor le ha levantado hijos adoptivos a Abraham); es como Yahweh Elohim enaltece Su Sabiduría en exceso, hace ver pequeño el saber angelical, y hace polvo la sapiencia humana.

     Cuan notorio es el Conocimiento revelado del Altísimo, en un trasfondo de caóticas insuficiencias y contradicciones, y sobre un confuso entramado de ignorancia. Y que eminente es Su Altísima Sabiduría; en medio de cualquier mar de conocimientos (Eclesiastés 9: 13 al 17, y 7: 12). 

     Pero para resaltar aún más la Alteza de Su Sabiduría; la revelación ha de dispensarse por "vasos de barro" fracturados (Levíticos 6: 28). Por ello aunque "la Ley de fuego" y muchas profecías; fueron dispuestas por ángeles; su anunciación se encomendó a humanos quebrantados ante el Omnipotente. Además su explicación o revelación; solo puede ser dispensada por un hombre que vivió al tope de la humillación. Porque este fue ordenado por Yahweh Jireh; para derramar la Sangre de Su Cuerpo Inmaculado, tal como si fuera la de un cordero sin defecto, que la Toráh escrita manda ofrecer para purgar pecados.

     Entonces es necesario que las ovejitas del "Cordero que quita el pecado del mundo", asuman Su Espíritu de sometimiento, y sin importar si son llevadas o no al matadero (Filipenses 2: 5 al 13). Ya que solo así se alcanza revelación de las Alturas, la cual es útil para trazar el sentido correcto del Logos escrito, y para anunciar con fidelidad las Virtudes de la Majestad. Virtudes que a esta sumisa "majada de ovejitas", se les han revelado para que las notifiquen, a toda potestad superior (1ra de Pedro 1: 10 al 12, y 2da de Pedro 1: 20 al 21).

     Pero no nos angustiemos por las anteriores palabras, porque por vivir humillados ante Yahweh, y por no dejar de temerle a nuestro Elohim; el pago es la riqueza permanente, el honor para siempre, y la vida eterna (Daniel 7: 13 al 18). Más no busquemos las recompensas ofrecidas, sino al Recompensador que las ofrece, porque esto es lo que a Él le agrada (2da a los Corintios 4: 18). 

     El párrafo anterior hace necesaria la siguiente aclaración: Yahweh Elohim no es un ser enviciado por un insaciable deseo de brillar; a costa de deslucir y humillar a los demás. Porque Él es la fuente de resplandor infinito, la cual no tiene punto de comparación, así que no tiene la necesidad de probar nada. Y tampoco es un lobo sediento de un litro de sangre, ni un ave de rapiña ansiosa por un kilo de carne; aunque es claro que "la Ley" ordena derramar sangre para purgar pecados, y manda la muerte del cuerpo para el cumplimiento de toda justicia. Más el seso del asunto, es que la necesidad de exhibir la infinita Luminosidad del Altísimo (Su Gloria); se debe a la estricta justicia de balancear la simetría de una ecuación, ya que debe haber una equivalencia en ambos lados del signo de igual, si es que se pretende que deje de ser una inecuación (una inequidad). Por lo tanto, Su Brillo infinito dado en un ámbito discreto; igual debe darse infinitamente en un ámbito evidente. Y esto tiene su fundamento en la elemental rectitud de la Toráh escrita, pues se trata de completarle al Justo lo que es justo o exacto, y no descompletarle al ser humano de un modo injusto o arbitrario (Ezequiel 18: 25).

     Así que es mandatorio que la Revelación de Yahweh; sea anunciada conforme a la Palabra dispuesta en "las Escrituras" (2da de Pedro 1: 20 al 21, y Salmo 19: 12 al 14). Y es imperativo que su Anunciadora sea la Encarnación de esa misma Palabra; la cual es apersonada por las mismas Escrituras; como el Hijo del Bendito Rey de la Eternidad, Hijo de Adán, Hijo de David, e Hijo de José (Mateo 1: 1 al 16, Mateo 3: 13 al 17, Lucas 3: 21 al 38, Marcos 9: 1 al 13, Mateo 17: 1 al 13, Lucas 1: 5 al 37, Mateo 1: 18 al 25, Isaías 7: 11 al 14, 11: 1 al 3, Juan 8: 13 al 19, 7: 24, 8: 54 al 59, 12: 44 al 50, 10: 30 al 42, 11: 39 al 57, 12: 23 al 43, Juan 17, 18, 19, 20, Job 19: 7 al 29, Isaías 53, Hechos 1: 1 al 11, Revelaciones de Juan 1: 7 al 18, 19: 11 al 13, Isaías 11: 4 al 16, y 8: 9 al 10).

Por lo tanto, aprendamos de Él mansedumbre y humildad; para seamos alumbrados con la Revelación que ya está dada en Su Palabra Escrita.

¡Saludos!

Jorge Hijo de Lázaro.

jorgehijodelazaro escribió:
     Pero para resaltar aún más la Alteza de Su Sabiduría; la revelación ha de dispensarse por "vasos de barro" fracturados (Levíticos 6: 28). Por ello aunque "la Ley de fuego" y muchas profecías; fueron dispuestas por ángeles; su anunciación se encomendó a humanos quebrantados ante el Omnipotente. Además su explicación o revelación; solo puede ser originada por un hombre que vivió al tope de la humillación. Porque este fue ordenado por Yahweh Jireh; para derramar la Sangre de Su Cuerpo Inmaculado, tal como si fuera la de un cordero sin defecto, que la Toráh escrita manda ofrecer para purgar pecados.

En el párrafo citado cambio la palabra dispensada por la palabra originada.



¡Saludos y bendiciones!



Jorge Hijo de Lázaro.