LA JUSTIFICACION

El camino del evangelio de la Justificación por la Fe es para Judíos y gentiles, ora por los santos.

El apóstol expresa una acusación de pecaminosidad contra toda carne, declara que el método de liberación es la Fe en la misericordia de Dios por medio de Jesucristo, edifica sobre ello la pureza del corazón, la obediencia agradecida, y los deseos fervientes de crecer en gracias y temperamentos cristianos, solo la Fe viva en Cristo lo puede producir.

La Fe es todo, es el comienzo y la continuación de la vida cristiana, no es la Fe por obras, como si la Fe nos pusiera en un estado justificado y las obras nos mantuvieran allí.

La Fe sigue adelante ganándole la victoria a la incredulidad, meditar en la palabra de Dios con una intima aplicación de la mente y concentración en el pensar.

Debemos referirnos a la palabra de Dios como regla de nuestras acciones, y fuente de nuestro consuelo y tenerla en nuestro pensamiento noche y día.

Debemos estar en guardia contra las tentaciones de ser impacientes cuando estamos inquietos y confundidos con dudas sobre los métodos de la providencia.

Dios no desilusionará las expectativas de Fe de los que esperan oír lo que El les dirá, pues todos son aludidos en las verdades de la palabra de Dios.

El pecador humilde, de corazón quebrantado y arrepentido, solo busca obtener un interés en esta salvación, descansara su alma en la promesa y en Cristo, en quien y por medio del cual le es dada.

El justo vivira por la Fe y serán felices aquí y para siempre.

Pero la corrupción de nuestra naturaleza impedirá toda justificación por nuestras propias obras.

¿ Debe el hombre culpable permanecer sometido a la ira para siempre ? ¿ Esta la herida abierta para siempre ? No, hay otro camino abierto para nosotros, es la justicia de Dios.

La justicia en la ordenación, en la provisión y en la aceptación.

La Fe justificadora respeta a Cristo en sus 3 oficios ungidos: profeta, sacerdote y rey; esa Fe confía en El, le acepta y se aferra de El.

Su justicia esta sobre todo aquel que cree, nos llega gratuitamente, Cristo la compro y pago el precio, por su sangre.

Dios declara su justicia en todo esto, odia el pecado, cobrar la deuda al pecador no estaría en conformidad con su justicia, puesto que el fiador la pago y El acepto ese pago a toda satisfacción, Dios ejecutara la gran obra de la justificación y salvación de pecadores desde el primero al ultimo. Shalom.