EXHORTADOS A LA PACIENCIA

Los creyentes pueden ser abandonados por los amigos y ser perseguidos por los enemigos, pero su Dios nunca los dejará ni los desamparara, puede que haya temores internos y luchas externas pero no somos destruidos, las oraciones de David ayudaron a acallar sus temores, cuando miramos al mundo nos confundimos y perdemos, pero de mirar a Cristo depende toda nuestra salvación y también todas las cosas necesarias para ella, los santos ángeles ministran a los santos y los defienden contra las potestades de las tinieblas.
La respuesta de María al ángel fue el lenguaje de la fe y humilde admiración, sin controversia, grande fue el misterio de la santidad, debemos guiar nuestros deseos por la palabra de Dios, en todos los conflictos tenemos que recordar que nada es imposible para Dios, y al leer y oír sus promesas convirtamosla en oraciones.

Los que tienen a Dios para si, no tienen que temer quien o que pueda estar contra ellos;
¿ Qué son Egipto y Etiopía, todas sus vidas y tesoros, en comparación con la sangre de Cristo ?
Los creyentes verdaderos son preciosos a ojos de Dios, su complacencia está en ello por sobre cualquier persona, aunque pasen por agua y fuego, mientras tengan con ellos a Dios, no tienen que temer mal alguno, serán levantados y sacados.
¿ Cuál era la base y la razón de la esperanza de ellos ?
Seamos capaces de defender nuestra relación con mansedumbre en el temor de Dios, no hay lugar para otros temores donde hay este gran temor: no perturba.

La conciencia es buena cuando hace bien su oficio, el pecado hace que el sufrimiento sea extremado, desconsolador y destructor, seguramente es mejor sufrir por hacer el bien que por hacer el mal que muestra natural impaciencia sugiera ocasiones, el ejemplo de Cristo es un argumento en pro de la paciencia cuando se sufre, no hay mayor enemigo del temor del señor en el corazón que la soberbia propia de nuestra sabiduría, la prudencia y la sobriedad que enseña la relación, tienden no sólo a la salud del alma, sino también a la salud del cuerpo.

La riqueza mundana es sólo sustancia de mala calidad, pero, tal como es, debemos honrar a Dios con ella, si el señor nos visitará con pruebas y enfermedades, no olvidemos que la exhortacion nos habla como a niños por nuestro bien, no debemos desfallecer en la afliccion, por pesada y larga que sea, ni dejarnos llevar por la desesperación, ni usar malos medios para aliviarnos, las aflicciones distan mucho de dañar a los hijos de Dios, fomentan la santidad de ellos.

No debemos meternos en lugares de tentación, sino cuando debemos y entonces, no debemos permanecer en ellos, sino apresurarnos a pasar por ellos, con toda seguridad debemos someternos rápidamente a ser como el hijo de Dios en cosas como esas, se alude al espíritu con el agua viva, las gracias del Espíritu y sus consolaciones satisfacen el alma sedienta que conoce su propia naturaleza y necesidad, no importa cuales sean las aguas de consolación que bebamos, volveremos a tener sed, pero a quien participa del Espíritu de gracia, y del consuelo del Evangelio, nunca le faltara lo que dará abundante satisfacciones a su alma, los corazones carnales no miran más alto que las metas carnales.

El poder de su palabra para escudriñar el corazón y convencer de cosas secretas a la conciencia es prueba de autoridad divina, la razón nos enseña a considerar la decencia y la conveniencia en los lugares de nuestro servicio de adoración, pero la relación no da preferencia a un lugar respecto de otro en cuanto a la santidad y la aprobación de Dios, quienes han obtenido cierto conocimiento de Dios por las escrituras, saben a quién adorar.

Los afectos espirituales, como se demuestran en las oraciones, súplicas y acciones de gracia fervorosas, constituyen la adoración de un corazón recto, en el cual Dios se deleita y es glorificado.
Ningún pecado pasado puede impedir que seamos aceptados por El, si nos humillamos ante El, creyendo en El como el Cristo, el Salvador del mundo. Shalom