TÚ DE QUIEN ERES, NIÑA?

por **Evangelista** Vie 06 Sep 2013, 11:59 pm

TÚ DE QUIEN ERES, NIÑA?

“El anciano a la señora escogida, y a sus hijos, a quienes amo en verdad, y no solo yo, sino también todos los que conocen la verdad….”2ª de Juan

Mi vida siempre se ha desarrollado en ambientes familiares, de pueblo.

No he vivido en grandes ciudades, por lo que estoy acostumbrada a que me hagan la pregunta del título:

“y tú, ¿de quién eres niña?

Cuando quieren saber quién soy, preguntan por mis raíces, a quién “pertenezco”, así me ubican y se establece una relación.

Cuando en mi lugar de origen digo: soy la hija de José Espejo y María, pues ya saben y seguimos hablando.

El apóstol Juan reconoce a esta señora escogida, y a sus hijos, le da su lugar entre los que andan en la verdad y prosigue con instrucciones claras para que las aplique a su vida y a las personas que la rodeaban, igual que a las demás iglesias.

En la Casa del Señor las mujeres sabias edifican con sus manos y con su corazón, junto a los hermanos varones.

El don y la gracia de Dios, que cada hijo-a ha recibido, se ha de mover en libertad.

Los prejuicios y contaminaciones del mundo, y del sistema religioso, limitan el florecimiento de los dones y ministerios de las “señoras escogidas”.

Está bien que “la hermanita” comparta algo bonito, en su tiempo y forma y dentro del programa, pero cuando quiera hacerlo más de 3 veces, ya se la manda a callar o se la etiqueta de marimandona; hasta la pueden mandar a su casa a fregar platos y cuidar a su “abandonada” familia.

He de deciros que la mayoría de mensajes que publico los recibo mientras cocino o friego platos o cuido a mi familia.

Tengo que decirle al Señor que me dicte despacito porque tengo patatas al fuego y se me queman.

Él y yo tenemos comunión y vida cuando estoy detrás de un púlpito, o tendiendo ropa en mi patio.

No quiero entrar en luchas de versículos sobre ministerios de mujeres sí o no y cómo, se lo dejo a los que les gusta eso, estoy un poco cansadita del tema.

La única lucha que mantengo es conmigo misma, para no dejar de obedecer a mi Señor y Salvador Jesucristo, dar el fruto correspondiente a cada época del plan de Dios para mí, y ¡disfrutar!, gozarme mucho en el hecho de ser mujer, de vivir y compartir con todos las riquezas en gloria en Cristo Jesús, que ha derribado todas la barreras y nos ha hecho uno en Él.

Mujer cristiana, y tú… ¿de quién eres, niña? ¿Puedes contestarlo?

Date prisa en contestar, Cristo está preparando a Su Novia para Su retorno y te necesita.

Gracias a Dios por las diferentes coberturas que nuestro Padre nos da, a lo largo de nuestra vida.

De niña, nuestro padre, si te casas la cobertura de tu marido, si no te casas tienes al Señor y, con suerte, a un buen ministerio que te acompaña en tu vida cristiana.

Si sirves al Señor en la ministración de La Palabra, el equipo ministerial contigo es la cobertura de Dios.

Nunca estamos ni solas ni desprotegidas, ni las mujeres del Cuerpo de Cristo, ni los hombres.

¿Y tú, de quién eres, niña?

Soy de Cristo Jesús, porque he nacido de nuevo, pero estoy “prestada” a mi marido, a mi familia, a mi iglesia.

Saludos, Antonia Espejo

BENDICIONES