PRIMEROS AÑOS EN EL MATRIMONIO Los desafíos financieros

por **ZARGOTEAM** Jue 18 Jul 2013, 11:29 pm

Los desafíos financieros en los primeros cinco años de matrimonio

“Nunca podremos tener nada si sigues gastando el dinero de esta manera” le dice Mariano a Ana antes de acostarse: “¿Cómo puedes gastar tanto dinero en un lápiz tan pequeño para las cejas?” dice él. “¿Y vos? ¿Cómo puedes pagar tanto por esos equipos de internet que ni siquiera se ven?”, dice Ella.

Cuando hablamos de las 500 millas de Indianápolis es difícil decir cuál vuelta será la más crítica, pero en el matrimonio, los primeros cinco años son clave para el éxito del matrimonio. Es en los primeros 5 años que se realizan los principales reajustes y cuando se ponen a prueba todas las expectativas. Algunos investigadores han descubierto que esos primeros cinco años determinan de una manera única, qué matrimonios tienen la posibilidad de florecer, y cuáles morirán pronto.

El Dr. Ted Husting comenta en su estudio sobre este tema que el casamiento reciente de las parejas y los cambios que esto acarrea, predicen la viabilidad de su matrimonio. Cuando la desilusión se ve reflejada en la disminución de amor, la menor expresión de afecto, y el sentimiento de que la pareja va a responder cada vez menos al amor, las cosas se empiezan a complicar.

Hoy día no son pocas las parejas que echan marcha atrás en el matrimonio antes de cumplir los 5 años iniciales. Es por eso que la manera en que se enfrenten las grandes y pequeñas crisis de su matrimonio va a establecer importantes patrones para el futuro.

¿Es importante preocuparse por las finanzas al empezar el matrimonio? Claro que sí, este es el mejor momento para invertir y soñar, aprovechando los tiempos de juventud, ya que estas serán las bases del matrimonio a nivel emocional y financiero. Tomar decisiones previsoras e inteligentes desde temprano ayudará a agilizar el camino venidero.

En fin, esos primeros 5 años de matrimonio, pueden ser un tiempo de rápido crecimiento personal, relacional y financiero; o un periodo de desilusión, deterioro y crisis financiera, todo está en la forma en la que se trabaje en equipo. El acomodo de la pareja en el área financiera durante esos años va depender de varios aspectos, tales como: si ambos trabajan fuera del hogar, historia de vida familiar, expectativas personales, entre otros.

De ahí que para iniciar, es necesario balancear entre los gastos de largo y corto plazo. Ante esto, un matrimonio joven puede tomar dos actitudes, las cuales podría ser:

-Disfrutar sin reflexionar ni pensando en el futuro.

-Comenzar a invertir y guardar para el futuro. Hacer planes para disfrutar a corto plazo, siempre con la mira puesta en planear el futuro.

Por lo que la actitud que se tome desde el principio del matrimonio, aún antes de la “luna de miel” es esencial para el devenir.

La decisión que rija el destino y forma de guiar la vida indudablemente tendrá secuelas, sea que se tomen las decisiones de manera intencional o no, ambas actitudes tienen consecuencias directas, por ejemplo:

1. Poca moderación hoy sin prever el mañana. No se planea a largo plazo, y en el presente se gasta el dinero en comodidades que no son necesarias sin invertir, con el pasar de los años se podría vivir bajo constantes restricciones. Ej. Pasear desmedidamente el día de hoy, sin preocuparse por invertir en casa propia y al futuro verse restringidos en sus vacaciones por no tener dinero disponible a causa del pago permanente de alquiler. Esto mencionando como ilustración una circunstancia que no presenta gravedad alguna, no obstante ciertas situaciones se complican de formas realmente apremiantes.

2. Moderación hoy para invertir en el mañana. Si se planea a futuro, a pesar de que implique vivir en el presente más restringido, ya que se debe postergar comodidades no necesarias; a futuro se disfrutará de mayores gustos y estabilidad, pues se trabaja en aumentar las probabilidades de seguridad económica. Al contrario del caso anterior.

Ahora bien, se debe tener presente que no se trata de dejar pasar el presente a la espera de vivir un futuro que nunca llega. En otras palabras, no se trata de descuidar las relaciones de amistad y amor en la pareja y la familia en general por exceso de trabajo, o limitarse en exceso dejando pasar todo momento de ocio y descanso.

Esta idea de invertir a largo plazo tiene sentido cuando el restringir algunos placeres que no son necesarios no están en detrimento de las relaciones hogareñas, sino que mientras se cultive la relación de pareja como prioridad, y de formas creativas, se siembre en el futuro familiar.

La idea es planear a futuro sin dejar de disfrutar el presente.

¿Qué se puede hacer?

1. Conozca a su cónyuge y dese a conocer en el área financiera, si es gastón o ahorrador. ¿Es usted una persona abierta en el área financiera, para dar a conocer lo que gana?

2. Vuelva a presentar y preguntar las expectativas del cónyuge en materia financiera. ¿Cuál es su expectativa en cuanto a las deudas? ¿Espera usted que su esposo y usted unan los salarios? ¿Cómo creen que pueden distribuir sus gastos?

3. Aun están a tiempo de distribuirse los roles, va depender de los hábitos y capacidades de cada uno. Si usted es muy ordenado en sus finanzas y sus compras, es una ganancia. Si ella es mejor comprando, usted la acompaña y le deja manejar las compras, o viceversa.

4. Definan su plan a largo plazo y decidan su estilo de vida hoy. ¿Dónde y cómo esperan pasar los próximos 10 años de sus vidas? Tienen aún planes de desarrollo personal como estudios.

5. Definan las prioridades y inversiones más importantes, así como EL tiempo apropiado ¿Queremos tener casa propia?, ¿Cuándo vamos a pedir bebé?

6. Hagan un plan de gastos y de ahorro, fundamental para empezar bien.

Recuerde:

- Organicen juntos su futuro desde ya. Reflexione y haga un plan financiero a uno, tres y diez años

Por: Javier Angulo