En el Espíritu Santo de Dios

por **Evangelista** Miér 26 Oct 2016, 12:56 pm

LAS MATEMÁTICAS DEL REINO

Nada, no me salen las cuentas cuando las hago en el Espíritu Santo de Dios.

Él siempre añade Su amor al resultado, y claro, vuelve loca la calculadora de mis precarios presupuestos.

¡Qué bien, me gusta! Cuando seguimos a Jesucristo, y Él es la vida que vivimos, el camino que recorremos y la verdad que sustenta nuestros corazones, nos damos cuenta de que las matemáticas y principios químicos, físicos, astrales y hasta suprarrenales, caen como hojas muertas ante la nueva ley del Reino que nos vino a mostrar.

No valen para nada excepto para demostrar que Él es Dios, y que no hay otro.

2+2 son 4, y 1x1 es 1 cuando somos personas que aún no hemos nacido de nuevo por el Espíritu.

Esta naturaleza nuestra caída nos obliga a vivir bajo el bajo techo de lo natural y caduco. La misericordia de Dios hace llover sobre justos e injustos, mantiene aún el ciclo de las estaciones, en duro pulso con el afán destructor del hombre, y su paciencia espera hasta que los que han de ser salvos, lo sean.

Pero hay más………..

Jesucristo vino a darnos la ubicación exacta del Reino de Dios, con sus principios y leyes en el Espíritu, habiendo matado toda la letra de maldición de la ley del pecado.

Una sentencia de muerte pesaba sobre nosotros, y fue cumplida por Jesús en nuestro lugar, Él se hizo maldición, como dice Gálatas 3:13, para que nosotros recibamos la bendición de Abraham, la promesa del Espíritu, que se recibe por fe.

Este fue un acuerdo de Dios con su amigo, un pacto, firmado después por Jesucristo con su propia sangre.

¿Qué tiene que ver todo esto conmigo? ¿Cómo afecta a mi vida terrenal? La promesa del Espíritu es más que hablar en lenguas, profetizar, ejercitar los ministerios, es entrar en la Vida, vida abundante que Jesús prometió.

Aquí en esta nueva dimensión nada funciona como nuestros cocos nos dictan, Dios y Sus propósitos marchan imparables y Su Espíritu Santo “empuja fuertemente”, como dice el original, y todo obra para bien.

Una condición, los que son llamados conforme a SU propósito, los que le aman sobre todas las cosas.

En Romanos 8:28 verás escrito este lema del Reino.

Termino hoy asegurándote que, si caminamos en Él, y para Él, 1 solo grano de trigo que muera en la tierra fértil de tu rendición al Señor, dará el 30, 60, 100%. Es la ley del Espíritu.

Esto se puede traducir a nuestras necesidades diarias, que dos panes y unos peces podrán dar de comer a multitudes, que el sonido de los pasos temerosos que demos, con el campamento enemigo enfrente, Dios los multiplicará y conquistaremos botín para provisión a muchos. Que los sordos oirán, contra todo pronóstico médico y sentencia de incrédulos. Los ciegos verán y los que viven en la tierra seca de su rebeldía, recibirán la lluvia de salvación y salud.

Me encantan las matemáticas de Jesucristo y Su Reino.

También me hace feliz que no tenga que usar la calculadora de mis fuerzas carnales para mis cuentas.

Saludos, Antonia Espejo